Comenzaron a trabajar en un proyecto de alfabetización de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) como parte de su servicio social; ahora, con el nombre de Colectivo Híbrido, jóvenes universitarios promueven la lectura a través de murales que, hasta este momento, han pintado en escuelas ubicadas en San Joaquín y Tolimán, su meta es abarcar los 18 municipios de Querétaro.
Valeria Garfías Valeü, Emmanuel Morales Güerogüero, Santiago Sánchez Kerreke, Armando López, Hugo Vidal, Alejandro Rebollo y Ramón Soto Ramono, forman Colectivo Híbrido, agrupación que tiene seis meses trabajando con el objetivo de llevar a las comunidades rurales un mensaje para acercar a los niños a lectura por medio del arte.
La idea de pintar murales surgió cuando “estábamos dando nuestro servicio social con otro proyecto de aquí mismo, de la UAQ, que se llama ‘Sí podemos’ y se trata de alfabetizar comunidades de la Sierra, específicamente en San Joaquín. De allí nace la idea de no solamente ir a alfabetizar con su metodología, sino también tratar de alfabetizar por medio de las imágenes y, en este caso, fueron los murales”, explica a EL UNIVERSAL Querétaro, Santiago Sánchez.
Valeria Garfías comenta que para lograr estas pinturas, primero se dan a la tarea de crear bocetos y plasmar en los muros ideas sobre algún libro o imagen relacionada con al literatura, ello con la finalidad de acercar a los niños con la lectura.
Las obras se realizan los fines de semana, porque cada uno de los miembros trabajan o estudian entre semana. Su proyecto, explican en conjunto, implica un compromiso social, una responsabilidad personal y colectiva. Se reúnen por iniciativa propia, pero a través de rectoría de la UAQ que reciben el apoyo para el transporte y los materiales para pintar los muros.
Y SU IMAGINACIÓN VUELA
Al preguntarles ¿qué satisfacción les deja crear un mural para estas comunidades rurales? Emmanuel de inmediato responde: “A mí me gusta pensar que los murales que he pintado van a servir para que un niño, con que sólo uno se acerque a la lectura soy feliz, porque de algo sirvió que yo lo plasmara, no sólo es que este ahí adornando si no que tiene un fin o ayuda en algo, eso me gusta pensar, pensar que uno o varios niños gracias a lo que yo pinté se interesen en la lectura y su imaginación vuele un poco”.
Y también sirve para cambiar el ambiente en donde los niños estudian. “Por lo menos, ya desde el momento que llegan a la escuela ven de otra forma, les de gusto acercarse, porque no la ven así como siempre, olvidada, vacía, toda blanca, con el mural por lo menos es más colorido su ambiente”, añade Santiago.
Hasta el momento han trabajado en escuelas de los municipios de San Joaquín, en la comunidad de Santa María de Álamos, San José Carrizal,Zarza y Someria; en el Municipio de Tolimán crearon murales en Casas Viejas, en Bomintzá y otra comunidad otomí.
El recibimiento que han tenido en todas las comunidades que han visitado es favorable. “La verdad nos tratan súper bien, se nota que están emocionados que vayamos, como son comunidades un poco abandonadas, ignoradas a veces, se sienten felices de que vayamos a llevarles un poco de color; igual las personas de aquí pueden pensar que no es un cambio tan importante pero para los de allá, dicen: qué bien que vinieron; se sienten felices, además todos nos tratan muy bien y nos recibieren con los brazos abiertos”, añade, por su parte, Emmanuel.
Ante la creciente manifestación de murales en el centro de la ciudad, Armando López refiere que sí se han dado cuenta de ese trabajo, “pero nosotros no queremos enfocarnos a lo que están haciendo la mayoría de la gente aquí en Querétaro, nosotros tenemos el objetivo de ir a las comunidades y hacer los murales enfocados a los niños, que les ayude y fomente la educación”.
Hasta el momento tienen planeado trabajos para Amealco, además de visitar Cadereyta, Pedro Escobedo, San Juan del Río y Jalpan. Pero su meta es abarcar los 18 municipios del estado de Querétaro.