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La animación en México está en forma, dijo el director Alberto Mar, quien estrenó este viernes Guardianes de Oz, su tercer película, misma que llegó a más de 400 pantallas en todo el país.
La nueva producción de los Estudios Ánima se estrenó casi al mismo tiempo en el lejano país de Rusia.
Los filmes animados tienen que viajar y para eso tienen que contar historias universales, en este caso, una nueva versión del clásico El Mago de Oz, informó Mar, director de la cinta más taquillera del 2011, Don gato y su pandilla, que recaudó en 2011 más de 115 millones de pesos sólo en el país.
“Las historias de fantasía tienen como mucho más tendencia a viajar, porque son mucho más universales”, declaró en entrevista.
Wicked Flaying Monkeys es el título en inglés de la cinta y fue escrita por Jorge R. Gutiérrez, quien hizo El libro de la vida, proyecto que produjo el famosísimo Guillermo del Toro.
El largometraje de Mar se trata, precisamente, de monitos que vuelan y reinos fantásticos, donde suceden cosas maravillosas.
“Tenemos a este mono volador que no puede volar, que no se encuentra a sí mismo, que busca un lugar en el mudo y que lo está buscando”, afirmó el cineasta.
En la última década se han producido más largometrajes animados en toda la historia del cine mexicano.
Cuando se entrenó Magos y Gigantes, de 2003, sólo se habían estrenado tres cintas de este tipo. “En ese momento parecía una cosa rara que ahí se iba a acabar”, recordó el director.
Este año se estrenó La leyenda de las momias, Guardianes de Oz, El niño de piedra de Mantarraya, Ana de Carlos Carrera, el nuevo filme de Huevo Cartoon, y varios títulos más.
“Ya podemos habar hoy en día de una generación de niños que creció y ha crecido viendo películas animadas mexicanas y en mi caso no fue así”, explicó el realizador.
Finalmente, hacer carrera como cineasta animado en México ya es una realidad, “que antes era impensable”, manifestó.
Alberto Mar no oculta su deseo de trabajar en la meca del cine de animación, Pixar de Disney, “aunque sea sólo para ver cómo lo hace”, declaró.
“Hacer una carrera dentro o fuera del país, creo es igual de difícil, peor al menos tenemos la certeza de que en México se está haciendo (buen) cine animado”, concluyó.
México tampoco puede hablar de una industria de cine animado, “hay como muchas cosas que todavía no están en su lugar; sin embargo, creo que ha habido un avance notable”
Desde hace dos años, la Academia Mexicana de Artes y Ciencia Cinematográficas (AMACC), ha declarado desierta la categoría de cine animado.
Alberto Mar cree que esa situación debe cambiar. “Todavía no tenemos un Hollywood aquí, las cosas van lentas, pero va caminando”, informó.