La potencia y capacidad expresiva del afamado trompetista y pianista cubano Arturo Sandoval dio apertura oficial ayer al Festival Internacional de Jazz de Verano Querétaro 2018, que en su octava edición reunirá el talento de grandes exponentes de este género hasta el 15 de julio.
Además de contar con la presencia de músicos de Estados Unidos, Argentina, Israel y Francia, en esta ocasión el eje rector del festival serán las propuestas locales, entre las que destaca Nova Madeira Bossa Jazz, un proyecto encabezado por los hermanos Javier y Marco Antonio Salcedo, quienes se presentarán mañana a las 16:00 horas en Plaza Fundadores.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, los músicos compartieron algunos detalles sobre su participación, y perfilaron a la banda como una propuesta innovadora que continúa fiel con el legado de sus predecesores jazzistas.
“La música nos ha llevado por la autopista cuando a mucha gente la lleva por las piedritas, afortunadamente a nosotros nos ha conducido por muy buen camino”, aseguró Marco Antonio al lado de su hermano, mientras ambos recordaban con una sonrisa la manera tan cándida con la que aprendieron a tocar su primer instrumento.
“‘Si no estudian una hora de guitarra no salen a jugar’, nos decía mi madre, quien también la tocaba, así que con eso hasta aprendimos a leer el reloj (risas). Un día nos empezó a gustar y a interesarnos el juego de sonidos”, relató Javier, ya que desde muy jóvenes formaron parte de una orquesta sinfónica patrocinada por la Ciudad de México.
Gracias a esta labor, años más tarde pudieron sustentarse mientras estudiaban arquitectura y derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde inscritos en la Escuela Nacional de Música, también continuaron con su formación artística.
Cercanos a sus 60 años, los músicos decidieron retomar el proyecto que habían dejado pendiente, por lo que se instalaron en Querétaro y conocieron a otros colegas, con quienes materializaron el concepto central de la banda.
“Nova Madeira es la madera nueva y eso somos: la nueva generación, la nueva era del bossa y el jazz, con un tratamiento particular muy a nuestro estilo. Incluso Elis Regina, que es uno de los iconos del bossa nova en todo el mundo, dijo en los años 60 que este género era la madera nueva, hoy tradicional, porque llegó para quedarse”, aseguró Marco.
Con dos discos —Arrecife y Por siempre acústico— y cinco años de trabajo, compartieron que ya piensan en una tercera producción, toda vez que han asumido la gran empresa de crear y difundir esta amalgama de sonidos, generada en la segunda mitad del siglo XX, por todo México.
“Cuando los brasileños abrieron el bossa nova al mundo, fue en los Estados Unidos en el Carnegie Hall en 1960 (Nueva York), ahí Elis Regina, Astrud Gilberto, Antonio Carlos Jobim, entre otros, presidieron un gran concierto, impresionando a todos con esa cadencia tan sabrosa. Fue entonces que se empezó a hacer esa liga entre el bossa nova y el jazz. Antonio Carlos Jobim dijo alguna vez que ‘el jazz capta la magia y el misterio del bossa nova’, en cuanto se tocaron ambos géneros se quedaron y aquí estamos”, apuntó Javier.
Javier a la guitarra y Marco Antonio a cargo del sax soprano, en compañía de sus colegas, presentarán un repertorio compuesto por clásicos del jazz y de bossa de Antonio Carlos Jobim y Duke Ellington, entre otros. Así como nuevas versiones de “Morning dance”, “All of me” y “Don´t get around much anymore”, del inolvidable Frank Sinatra.
Finalmente, los músicos celebraron que el gobierno queretano esté creando estas plataformas y eventos que no sólo promueven la música, sino que además permiten que los artistas nacionales e internacionales, así como actores dentro del ámbito, se conozcan y establezcan lazos de colaboración.
“El año pasado nos vio la directora del festival de jazz de Panamá y tenemos contacto con organizadores en Puerto Vallarta, Monterrey, Cancún y Nueva Orleáns, ya nos estamos preparando para las próximas fechas”, advirtió Marcó.