Quién diría que un apacible e inofensivo maestro de química, con una esposa embarazada, un recién nacido y un hijo con una hemiplejia se convertiría por azares del destino en uno de los mayores drug dealers en la multipremiada serie Breaking Bad, que este domingo llega a su final en Estados Unidos luego de cinco temporadas.
Este es uno de los argumentos con los que la serie creada en 2007 sorprendió a la audiencia por cuestionar los motivos de un ser humano para hacer lo incorrecto pero en pro del bien familiar.
Y es que como reza una de las frases más icónicas deWalter White, personaje principal de la trama (interpretado por el multigalardonado actor Bryan Cranston), “yo no estoy en peligro, yo soy el peligro”. La serie mostró a través de todos estos años la transformación de un aparente “buen hombre” en el malo de la historia.
Al igual que hace unos años lo hizo James Gandolfinicon su papel de Tony Soprano en The Sopranos, Cranston ha logrado con su interpretación de narcotraficante hacer que la serie creada por Vince Gilligan se convirtiera en una de producción venerada por sus fans.
Química del mal
La transmisión producida por la cadena AMC narró la historia de un profesor de química que tras enterarse que tiene cáncer terminal utiliza sus conocimientos para hacerse rico y ser el mayor narcotraficante de Estados Unidos.
Breaking Bad retó a la ética y la moral como en su momento lo hicieron series como Prison Break o Dexter. A seis años de que inició esta historia atípica, la audiencia espera con ansía cuál será el desenlace de este antihéroe del siglo XXI.
Y es que a pesar de que no se han revelado muchos detalles, los productores han adelantado que será un final épico, digno de un personaje emblematico que ya es considerado como parte de la cultura popular.
Por lo pronto Gilligan reveló haber llorado al escribir el final de Breakin bad, por lo que parece que habrá sangre, muertes y lágrimas.