La propuesta estética de Gustavo Villegas no apuesta a lo bello, sino a aquello que arde en llamas o está destruido. Todo eso que para el ojo común podría parecer horroroso, el pintor lo convierte en una reflexión llena de color, en donde es más visible la decadencia de los objetos y de la propia humanidad.

Todo comenzó con una fascinación por los deshuesaderos de vehículos, siguiendo esa misma línea de la destrucción, que ya es una constante en su trabajo, Villegas presenta el próximo 19 de septiembre en Galería Libertad, Relato de una destrucción, exposición en la que incluye piezas nunca antes vistas en la ciudad.

Gustavo Villegas Solís nació en la Ciudad de México, actualmente radica en Querétaro; cursó la licenciatura en Diseño Gráfico porque no vio como una opción la carrera de Artes Plásticas; comenzó a estudiar acuarela y realizar sus primeras exposiciones hasta que renunció al despacho de diseño y desde el 2006 está de tiempo completo en la pintura.

El automóvil es clave en su trabajo, aunque dice que no es tan aficionado al mismo, sino la composición que surge al momento del impacto: la destrucción.

“No soy aficionado a los autos, ni sé de modelos o marcas. Para mí el automóvil es un objeto y un símbolo, en latente emergencia. Cuando una lámina ha sido destruida, y la luz incide accidentalmente en ella, surgen azarosamente composiciones más afortunadas que cualquiera otra imaginada: los contrastes, la volumetría sobrevenida de la superficie me cautivan, la impresión que causan en mi práctica es semejante a la belleza descrita por los poetas, la imperfecta belleza surgida del azar”, explicó el propio pintor.

Originalmente, la exhibición se inauguraría el 14 de septiembre, pero debido a que esta fecha coincide con las fiestas patrias y la celebración del barrio de La Cruz, Relato de una destrucción se abrirá al público el miércoles 19 de septiembre, a las 20:00 horas, en la Galería Libertad.

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