“Estamos en un país donde existen altos indicadores de guerra, donde se comenten las peores atrocidades y violaciones graves a los derechos humanos, afirmó la periodista mexicana Marcela Turati, autora de Fuego Cruzado: las víctimas atrapadas en la guerra del narco, quien durante su participación en el Hay Festival 2018, subrayó el importante papel de la investigación periodística para la creación de una agenda crítica que empodere a los ciudadanos.

Están tapando la información. El gobierno quiere que hablemos de otra cosa, por eso es importante que haya periodismo de investigación con perspectiva de los derechos humanos, porque no está pasando cualquier cosa”, dijo Turati, quien considera que las prácticas convencionales de cobertura de la violencia deben ser transformadas, “no tenemos que cubrirlo de la manera en que lo hace el periodismo judicial, que a veces sólo realiza un conteo del número de muertos, una estadística y un corte de caja. A nosotros nos toca decir quiénes eran, cuáles eran sus expectativas de vida, si es cierto o no lo que se dice de estas personas. El periodismo se dedica a echar luz y alumbrar situaciones, para que la gente entienda lo que está pasando”.

Considerando el panorama laboral actual en los medios de comunicación, que Marcela observa como desfavorable, afirmó que para hacer periodismo de investigación se requiere de pasión y oficio, pero sobre todo, de organización entre los profesionales de la nota, pues frente a la indiferencia de muchas casas editoriales que “sólo quieren redactores y transcriptores de los poderosos”, hay reporteros que en su tiempo libre se juntan para fundar un medio o hacer periodismo colaborativo.

Al respecto, recordó que tras renunciar a su trabajo como reportera en el periódico Reforma, porque “tuve una crisis; pensaba mucho si lo que hacíamos valía la pena, y si cambiaba realmente la vida de otros”, tomó sus ahorros de seis años y emprendió un viaje por Latinoamérica, que la llevó hasta Brasil, donde conoció a la extinta Asociación Nacional de Periodistas Sociales (ANJUS). “Discutía con ellos acerca de qué notas causaban un impacto y por qué, y qué información debía tener para que impactara; ellos coincidían en que eran ciudadanos antes que periodistas, y que por ello, se habían organizado para generar otros contenidos”.

Al regresar de su viaje, fue contratada en Excélsior, en donde cubrió todo lo referente a la pobreza y conoció a otras reporteras que, al igual que ella, cuestionaban su labor dentro de las redacciones.

“Solíamos juntarnos para comer; fue en esas reuniones donde muchas nos quejábamos de que nadie nos daba espacio, de que nuestras notas eran las primeras que recortaban, de que la pobreza no le importaba a nuestros medios. Entonces, les conté de la experiencia que viví en Brasil y de cómo se habían organizado los periodistas de allá para capacitarse, así decidimos que necesitábamos hacer periodismo de investigación, y no nada más contar los efectos de las políticas sociales, sino indagar en la razón por la que son pobres, y qué decisiones políticas o económicas los tienen así”, relató.

En 2007 fundaron Periodistas de a pie con el objetivo de profesionalizar y fortalecer el periodismo independiente a través de la capacitación, la creación de redes y nodos colaborativos.

A través de esta red, lograron recibir cursos por parte de la Organización de las Naciones Unidas, y de periodistas de la talla de Javier Restrepo y Juan Villoro, quienes compartieron su experiencia y conocimiento con las integrantes.

“Al principio éramos 40 periodistas, todas mujeres, organizábamos y tomábamos cursos sobre políticas sociales, la ley laboral, y para saber cómo se gana tal derecho y cómo se arman las políticas para la pobreza. En alguna de estas sesiones nos cuestionamos: ‘¿y si nos organizamos y hacemos algo?’ Entonces fue que decidimos crear la red”, narró Turati.

La periodista también rememoró que en 2008 los cursos comenzaron a ser frecuentados por personas de Michoacán, Tamaulipas y Guerrero, en búsqueda de herramientas para abordar y hacer frente a la violencia que se estaba desatando en sus estados, lo cual hizo que los contenidos de las capacitaciones comenzaran a dirigirse hacia el tema de los derechos humanos.

Además de este proyecto, hace dos años Turati creó junto con Xanic Rodríguez y Daniel Lizárraga, Quinto Elemento Lab, una asociación de investigación periodística que financia reportajes de todo el país.

“Hacemos dos convocatorias anuales para acompañar investigaciones que puedan publicarse. Actualmente tengo proyectos colectivos sobre desapariciones, y también estamos tratando de hacer seminarios sobre la justicia transicional, sobre comisiones de seguridad, y todo el tema que se nos viene encima”, apuntó.

Desde este laboratorio fue que se expuso el caso de las millonarias transacciones entre Odebrecht y Emilio Lozoya, ex director general de PEMEX, para conseguir contratos de la petrolera estatal.

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