La primera bestia de la novillada número uno del año en La Plaza de Toros Santa María se llamó Buen Nuevo. Más que un nombre fue un mensaje y un deseo que se quiso compartir con los presentes.
Frente al toro de 410 kilos del rancho La Paz, Paola San Román, bella y de muy pocos kilos, lució gracia y valentía, enfundada en su traje de luces blanco con motivos negros.
Buen Año salió al ruedo con bravura y presencia. Paola sacó estilo y arte con la muleta. A la hora de matar, la espada falló, pero la joven regresó para rematar.
Para el segundo toro, de nombre George, Paola se fue limpia, estocada perfecta de muerte súbita.
El joven torero Brandon Campos salió para cumplir y levantar los ánimos en la plaza. Juan Pablo Llaguno no desmereció.
Del primero, la gente pedía más y recibió más. Al segundo de Llaguno le festejaron su estilo y su guapura: "¡Dale, hermoso!", "Bonito", le gritaban los aficionados taurinos desde las gradas y el torero no sabía si recibirlo como cumplidos o en demérito de valentía frente al toro.
En la plaza se vivió buen ambiente, a pesar de la poca asistencia a la primera corrida del año, en una tarde de recalentados, desmañanadas y excesos.
En resumen, buena tarde en la Plaza de Toros Santa María de Querétaro, en la primera novillada para empezar bien el año, cuyo cartel incluyó a las jóvenes promesas Paola San Román, Brandon Campos y Juan Pablo Llaguno.