BERLÍN.— La actriz Catherine Deneuve, presencia casi obligada en todo evento cinematográfico que se desarrolle en Berlín, acudió a la Berlinale al frente de una comedia, Dans la cour, en la que interpreta a una mujer “arrancada de la vida real”, en palabras de la diva francesa.
“Es un personaje con el que empaticé casi de inmediato”, indicó Deneuve, impecable y fiel a su estilo glacial, sonriendo lo imprescindible y con un peinado perfecto, también de acuerdo a su condición de “mujer anuncio” de una marca de productos para el cabello que es uno de los patrocinadores del festival.
Dans la cour, de Pierre Salvadori y exhibida en la sección Berlinale Special, es una tragedia cómica sobre personajes de un patio de vecinos parisino que intercambian sus impresiones, anhelos y temores.
Se trata de un filme estructurado como un mosaico donde conviven un ladrón de bicicletas, jubilados, artistas y mujeres como Mathilde, empeñada en vaticinar un peligro inminente de demolición ante la grieta que un día percibe en un muro. La grieta es una metáfora de las amenazas, ciertas o imaginadas, que planean sobre la existencia del vecindario.
“No es un filme esencialmente melancólico, aunque también este tono esté presente en la película. Es, o trata ser, un filme vital”, explicó el realizador.
Deneuve, presente en prácticamente todas las ediciones del festival de los últimos años, acudió así a la Berlinale, tres meses después de recibir —junto al director español Pedro Almodóvar— el homenaje a toda su carrera de la Academia del Cine Europeo, en la gala anual de los galardones de esa institución.
“Para mí es un honor, no una costumbre ni una rutina, estar aquí en Berlín”, indicó la actriz.
“Las dos caras de enero”
Por otra parte, el iraní Hossein Amani exhibió en la Berlinale The two faces of january, un thriller inspirado en Patricia Highsmith e interpretado por Viggo Mortensen, rodado en Grecia y con música de Alberto Iglesias. Amini acudió a la Berlinale como uno de los pocos representantes del cine iraní en la presente edición.
