Por primera vez, la delegación Slow Food Tlaxcala Malintzi celebró el Terra Madre Day con una cena a la luz de las velas en la Plaza de la Constitución. Jóvenes cocineros orgullosos de sus raíces, junto con cocineras tradicionales, fueron los encargados de preparar un menú de seis tiempos con ingredientes originarios de diversas regiones del estado.
Bajo la coordinación del chef Irad Santacruz, delegado de la Cocina Tlaxcalteca, el evento estuvo apegado a los principios de Slow Food. “Lo importante es empezar desde la raíz, que son los ingredientes que provienen del campo mexicano. En este evento no hay etiquetas, ni formalidad, sino el gusto de compartir los alimentos con nuestros seres queridos, pero alimentos buenos, limpios y comprados a un precio justo”.
Chefs y cocineras coincidieron en que los protagonistas fueron los ingredientes de Tlaxcala y que es importante apoyar a los productores locales para que todo el país los conozca. “El reto de nosotros fue unir sabores y hacerlos armónicos al paladar; es un enorme trabajo en equipo. Este es el escaparate idóneo para que nos demos cuenta que primero tenemos que conocer lo que produce nuestra hermosa tierra y presumirlo”, expresa el chef Marco Mellado, del restaurante Piloncillo.
Desfile de sabores
Para dar inicio al gran festín culinario, el chef Antonio Ordoñez y la mayora Ángeles Caute, de la Hacienda Soltepec, cocinaron tamalitos de escamol. Enseguida, los chefs César Brindis, de Arte-Sano, y Alejandra Moctezuma, de La Aceituna, sirvieron una ensalada con quesos botaneros y aderezo de yogur.
El tercer tiempo fue un dúo de pastas creado por la chef Luz María Cuatepotza, de Café Cohtán. Después fue el turno del venado cubierto de cacao con cremoso de pulque a cargo de Iván del Razo, de Banquetes IF; maridado con cerveza artesanal Chevatlán. No podían faltar las cocineras tradicionales de Contla, Nicolasa Hernández y Dalia Rodríguez, quienes prepararon un pipián de venas con chilacayote y pollo.
El postre con apariencia de guacamole dentro de un molcajete, creado por Mellado, en realidad era un tamal de cajeta relleno de queso de cabra cubierto con espuma tibia de yerbabuena. Cabe mencionar que algunos productos están dentro del Arca del Gusto y son Baluartes de Slow Food, otros fueron proporcionados por la Secretaría de Fomento Agropecuario del Estado de Tlaxcala.