De hecho, en el Palenque de la Feria de Querétaro recibieron con ganas, como si fuera la primera vez que el trío dinámico integrado por Sasha, Benny y Erik vez viniera al estado.
Les aplaudieron como si no los conocieran y como si fuera el mayor descubrimiento musical de año.
Luego de romper todos los pronósticos con la gira y el disco Primera Fila, estos tres ex Timbiriches, retoman el camino con Vuelta al sol, sin menos bríos, pero con suficiente optimismo.
De las primeras sorpresas que sucedieron en el Palenque fue que Sasha es bonita, pero verla de cerca, a unos metros, dan ganas de ponerle casa en ese momento.
Que Benny siempre cae bien, de cerquita y de lejos; porque es un tipo que canta muy bien e irradia algo, un halo de buena onda.
Que Erik tiene la música en las venas, pero a veces le hace falta temperamento, actitud.
La noche del jueves, el trío dinámico cantó lo que tenía que cantar, los temas que han repetido desde hace dos años.
Este reseñista pide que por favor, Sasha, Benny y Erik no dejen nunca de cantar ese tema que nada más de oírlo se le pone a uno la carne de gallina, se le mojan las manos y se le erizan los vellos de la espalda: “Será el aire”.
Que Sasha no pierda nunca esa manera de cantar “Cuando mueres por alguien”, porque, de veras, sí dan ganas de morirse, por quien sea.
Que Erik se ponga las pilas y explote su carisma y ese estilo de “estrella de rock” interesante.
Que Benny siga siendo Benny, y que en resumen, que ese trío siga dando vueltas por el país, sin importar que se repitan una y otra vez.
La otra gran sorpresa es que cuando quieren y le ponen ganitas, en el Palenque de la Feria de Querétaro, se puede escuchar bien un concierto y no un molote de sonidos donde no se entiende nada. De Gerardo Ortiz, en su concierto pasado, por ejemplo, nada más se escuchaba “Para las chiquititas” y ya nada más. Eso toda la noche.