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Dentro de los géneros literarios, la poesía es quizá la más marginada, para muchos resulta aburrida, cursi, en gran medida, por la forma en cómo se imparte. “Por eso, yo soy como el gusanito en el anzuelo en el proyecto Un sauce de cristal con el que se busca promocionar la lectura, motivar a la gente para que lea y descubra que la poesía no es aburrida”, expresa José Manuel Navarro, Meme.
La idea es de Federico de la Vega, director del proyecto que consiste en crear la iconografía de poetas mexicanos a partir de la lectura de imágenes y poemas de los autores seleccionados. “Juego un poquito con esa parte, es como hacer un poema del poeta conjugando su poesía con su persona”, explica Meme, originario de Guadalajara, Jalisco, pero radicado en Querétaro desde hace algunos años.
“Un sauce de cristal” es un fragmento del poema más largo de Octavio Paz, muy significativo para Federico de la Vega. Por esta razón, retoma el nombre en esta colección de doce poemas en gráfico que espera concluir en cuatro meses, con la intención de que la exposición de este proyecto sea itinerante.
Entre los autores seleccionados en éste figuran, hasta ahora, Miguel Aguilar Carrillo, Francisco Magaña, Francisco Cervantes, Rafael Blengio, Tarsicio García Oliva, Javier Sicilia, José Luis Sierra, Hugo Gola y Hugo Gutiérrez Vega, de quienes se eligió un poema y, a partir de su lectura minuciosa, se crea una imagen del artista para ilustrar su obra literaria.
“La poesía está ahí y tiene su valor total, independientemente de que a muchos les guste y a otros les resulte aburrida. Mi función dentro de este proyecto es fusionar el dibujo con la poesía, no para demeritar, sino para decir aquí está algo interesante, demostrar que existe buena poesía y una manera distinta de leerla”, relata Meme, quien ha tenido que enfrentarse con otra realidad en Querétaro, ciudad a la que considera un buen lugar para vivir y trabajar.
“Querétaro es un lugar que no es mío, Guadalajara es la ciudad en donde nací y sé como se mueve el mundo. Cuando salgo de esa zona de confort me confronto con otra realidad, llego aquí y me doy cuenta que nadie me conoce, que no soy nadie y eso fue muy bueno porque me impulsó para empezar a atreverme a hacer cosas. Ahora ya no soy ajeno, me convertí en parte de y esto es lo más interesante”, refiere el joven artista.
El pintor mexicano está convencido de que las cosas que cuestan son las que valen la pena y que siempre hay oportunidades, aunque considera que los espacios para el arte en Querétaro son limitados en proporción al crecimiento de la ciudad.
“Yo soy de los que están convencidos de que la cultura tiene que ir a la par del crecimiento industrial y social de una ciudad. La promoción que se está creando de Querétaro como la gran ciudad, indudablemente, también tiene que ser cultural, se tiene que apostar a ello porque si se tiene un buen manejo cultural, se tendrá una mejor sociedad”, considera.
Actualmente, Meme fue invitado a formar parte del segundo aniversario del restaurante La Sagrera, en donde expone su obra artística culinaria creada ex profeso con una mezcla de tinta india y china para lograr un tinto en referencia al color del logotipo del lugar, además de utilizar plumas de pato y metal.