El ambiente romántico del mes de febrero es un buen pretexto para encontrar a nuestra pareja ideal o para comprobar si la que está a nuestro lado es la indicada. Esto se puede lograr a través de los sabores, de la misma manera en la que se eligen los ingredientes adecuados para hacer un platillo o para maridarlo.
De acuerdo con la medicina UNANI, tradicional de los antiguos griegos y árabes, “existe una relación entre la morfología y la personalidad de tal forma que se puede predecir viendo el cuerpo de una persona, cómo es su carácter, qué alimentos le gustan, cuáles le caen bien (no necesariamente son los mismos) y con qué tipo de persona hará una buena pareja”, afirma David Duarte, médico general y homeópata.
Existen cuatro tipos de personalidades: sanguínea, colérica, flemática y melancólica. Cada una de éstas se relaciona con una estación del año, un planeta, ciertas características físicas y, por supuesto, con un sabor.
“Las personas, según sus características, tienen un sabor específico, el cual les permite elegir al compañero o compañera con la que se complementen , sabor es sinónimo de emoción y éstas son las que finalmente nos acercan a una pareja compatible”, agrega.