Silencio. ¡Silencio he dicho!, grita Bernarda Alba. El escenario se llena de oscuridad y el vibrante aplauso del público se oye en Cómicos de la Legua, grupo que en 1996 recibió por primera vez el musical La casa de Bernarda Alba, creación de Alexandro Celia, y luego de 20 años vuelve a estremecer con esta historia de mujeres, que representadas por varones, son víctimas del amor, el deseo, el encierro y la soledad.
Teresa García Gasca, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), asistió al reestreno del musical de Celia y aprovechó para recordar que el próximo año Cómicos de la Legua cumple su 60 aniversario y entre sus proyectos está concretar el expediente que sirva para declarar al grupo de teatro universitario más antiguo de Latinoamérica, Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Querétaro.
“Estamos trabajando fuertemente para que sean reconocidos nuestros Cómicos de la Legua como Patrimonio Cultural Intangible y también el próximo año cumplimos 60 años, entonces estaremos de manteles largos, trabajando mucho, innovando, sé que vienen muchas sorpresas”, dijo la rectora.
El expediente que detalla la historia y trabajo que ha realizado la agrupación universitaria también será un libro.
“Estamos ayudando a Pati (directora de Cómicos), con acuerdo de la rectora, de armar el expediente para que los Cómicos sean declarados como Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Querétaro, expediente de mil hojas que tiene Roberto Servín Muñoz (actor fundador del grupo) y que la señora rectora ya dijo que se tiene que convertir en libro”, detalló el cronista de Querétaro, Andrés Garrido del Toral.
Desde 2017 Patricia Corral Campuzano, directora del grupo teatral, anunció el interés por elevar a Patrimonio Cultural Intangible a esta compañía que Hugo Gutiérrez Vega fundó en 1959, con una primera función en el atrio del Templo de Santa Rosa de Viterbo.
Como hace 20 años.
Bernarda ha impuesto luto y encierro obligatorio a sus hijas, su segundo marido ha muerto. Después de ocho años, como marca la costumbre ante la llegada de un pretendiente, es la hija mayor la que se casará primero. Angustias, hija del primer matrimonio de Bernarda, tiene una considerable herencia, buena dote para Pepe El Romano, pero Adela, la hermana menor, también está enamorada del mismo hombre y ellas dos, no son las únicas víctimas del encanto de ese varón.
Amor, deseo, envidia, tristeza, soledad, son los sentimientos que padecen estas mujeres en su encierro, hasta la misma Bernarda es víctima de la soledad pero evita mostrar esa cara y hace de los gritos y los golpes su único lenguaje.
Los actores que participan en el montaje, aprendieron no sólo a cantar y seguir con exactitud la coreografía, el mayor reto fue aprender a andar en tacones, y aunque fueron obvios los pequeños tropezones en esta primera función, terminarán la temporada como expertos en este arte que demanda equilibrio.
En el elenco destaca la maestría y genialidad de Alexandro Celia, quien hace de Poncia, nana y criada de la familia, un personaje adorable. Esta es la primera vez que Celia, actual director artístico de los Cómicos, actúa con la compañía. La dirección del montaje, lo mismo que la música y letras de las canciones, son de su autoría.
Carlos Galván Reséndiz interpreta con impecable rectitud a Bernarda Alba; Román Iván Gómez enaltece a Adela, personaje que con su soberbia y deseo de salir de aquel encierro, traza la tragedia de esta historia.
Víctor Manuel Mendoza Flores interpreta a Martirio; Higgins Jaime Fuentes da vida a la atribulada Angustias, la hija mayor que anhela el matrimonio con Pepe El Romano, pero que su enfermedad e inseguridades son su propio tormento; Jorge Campos es Magdalena; y Carlos Mandujano representa a la simpática pero altiva Amelia.
Roberto Servín Muñoz, quien hace dos décadas invitó a Alexandro a venir a Querétaro para realizar este montaje, estuvo presente en el reestreno y destacó la labor de los actores. “¡Qué producción!, don Alexandro, nos ha dejado absortos como hace 20 años”, dijo Garrido del Toral.
La casa de Bernarda Alba estará en el Mesón de los Cómicos de la Legua los viernes y sábados de mayo, junio, julio y agosto.