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Los sentidos del olfato, el gusto y la vista se pusieron a prueba en el evento “Cocina Conmigo”, que se llevó a cabo en el restaurante Vairoletto, donde cerca de 40 invitados pudieron deleitarse con un exquisito menú, acompañado de una selecta gama de vinos de la Finca Sala Vivé, by Freixenet.
Clientes frecuentes se dieron cita al lugar desde temprano para disfrutar de esta cena maridaje a cuatro manos; las del reconocido chef italiano Nicola Cafagno, junto al chef mexicano Fernando Torres.
El evento destacó por la dinámica original, ya que una cámara captó paso a paso la elaboración de los platillos para proyectarlos de manera simultánea en cuatro pantallas, con la finalidad de que los asistentes apreciaran la preparación de cada especialidad.
La cena se inició con un Aperol Spritz de Veneto, Italia, una bebida de baja graduación alcohólica, hecha a base de extracto de hierbas dulces y amargas que ayuda a limpiar el paladar, así lo comentó el sommelier Edwin Ledezma. En seguida, se sirvió el primer platillo elaborado a base de flor de calabaza con espuma de bacalao mantecado, caviar de aceitunas negras y crema de pimiento morrón rojo.
Para el segundo tiempo, y siguiendo el viaje de sabores por el mediterráneo, Nicola y Fernando elaboraron un atún marinado con una ensalada de durazno y salicornia, con mousse de aguacate, compota de chabacano y el toque mexicano del chile habanero, ingredientes que fueron perfectamente maridados con un Brut Nature Chardonnay de Viña Dolores.
Un risotto ahumado de la creación del Chef Nicola transportó a los comensales hasta la región del norte de Italia; durante la degustación de este platillo, el sommelier Ledezma propuso a los asistentes catar el vino y los alimentos al mismo tiempo para unir adecuadamente el sabor del Vivante Rosado Malbec Cabernet Sauvignon con los ingredientes del risotto, que se acompañó de la pulpa de erizo y carpaccio de camarón.
“Nos basamos en la comida mediterránea y la reinterpretamos, hicimos una especie de reconstrucción, y siguiendo tendencias que se usan en la cocina como cocciones a baja temperatura, glasses, esencias y perfumes, lo adaptamos a la base que siempre tenemos acá, que es el estilo italiano-mediterráneo, pero con la reinterpretación que nosotros quisimos darle en estos platos y elementos”, describieron los chefs.
En el cuarto tiempo, una pechuga de pato con oporto rojo, puré de camote, higos caramelizados y espuma de queso parmesano fue servido junto a un tinto Crianza Cabernet Sauvignon Malbec Tempranillo, siguiendo las pautas que marcan los amantes del vino, de maridar carnes rojas con tintos.
Cerrando con broche de oro la velada, llegó a la mesa un tiramisú, mismo que fue perfectamente armonizado con un semiseco Macabeo-Chardonnay Chenin Blanc, dejando a todos los comensales con un gran sabor de boca en el evento que brindó una guía para servir el vino preciso con la cena.