La puesta en escena “La Desobediencia de Marte”, protagonizada por Joaquín Cosío y José María de Tavira, se presenta hoy en el Teatro Metropolitano de Querétaro a las 20:30 horas.
En entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL Querétaro, Cosío habla sobre la profundidad del guion, la naturaleza de su personaje y la relación entrañable que tiene con su compañero de escena, Tavira.
He trabajado con su padre y por aquellas ocasiones lo conocía, por eso resultó una grata sorpresa y una relación entrañable participar con él en la obra teatral, además de ser muy talentoso, es un joven bastante culto y tiene un espíritu de colaboración increíble. Y en cuanto a los personajes, éste en particular le va de maravilla, parece que está escrito para él, entonces estoy bastante contento de trabajar con Chema de Tavira.
Finalmente todos los personajes terminan siendo seres humanos, más allá de la disciplina que desarrollen; ser astrónomo, doctor, actor o lo que sea, todos tenemos una naturaleza, una forma de ser, entonces ser astrónomo es sólo un campo de conocimiento, pero en realidad lo que interesa en la puesta en escena es una relación entre estos astrónomos, más allá de sus conocimientos sobre el universo, trata de un hombre en un momento difícil, llegando casi al final de su vida y de este joven Kepler, muy ambicioso. Fue un proceso de trabajo arduo y complejo, pero también bastante disfrutable.
En realidad esta obra lleva en sí varias obras; empieza con los científicos, pero de pronto descubrimos que en realidad se trata del ensayo de unos actores que van a representar una obra de los científicos, entonces ahí hay un giro muy interesante. Es decir, comienza en el año 1600 y de pronto hay dos actores que son un joven y un actor mayor, yo soy el joven desde luego (risas) y es donde la obra se parece bastante a nosotros. En esta obra Juan Villoro habla de la vida de Kepler y Tycho Brahe, pero al mismo tiempo, hace un homenaje a los actores y toca también a Shakespeare, y a Hamlet, y todo adquiere un tono emotivo cuando surge una posible relación filial entre los personajes, es una puesta llena de matices, sorpresas y giros.
No, por qué crees que soy actor (risas). Las matemáticas nunca se me dieron, ni la física, ni nada de esas cosas.
En realidad parte de la obra es eso, hay una discusión entre al actor mayor y el joven, en donde justamente están hablando de lo que necesitan para interpretar a esos astrónomos y un cuestionamiento que le hace mi personaje es cuando le dice “Tú estás intelectualizando demasiado, no necesitas saber las teorías astronómicas de la época, ni estudiar a profundidad todas las teorías científicas, tú lo que necesitas es actuar y encontrar elementos emocionales para poder hacer tu personaje”.
Es una granpuesta teatral, todos los que asistimos a un evento artístico o que vamos al cine o algún concierto, buscamos divertirnos, tal vez emocionarnos, reír o sufrir un poco, queremos quizá algo que nos distraiga y que nos transporte al momento que la obra nos lleva. En este caso, “La desobediencia de Marte” es una obra que los va a divertir y entretener muchísimo, tiene todo; drama y momentos muy emotivos, además de toda una reflexión sobre la vida y el hombre en medio del universo tan gigantesco, en donde no somos más que un granito de arena.
El cine funciona por imagen, de alguna manera la gente me relaciona con personajes más rudos, más norteños; me divertí muchísimo haciendo esta película y me da gusto que esté teniendo muchísimo éxito. Sin embargo, por eso la experiencia de esta obra es una buena oportunidad para ver mi trabajo desde otro punto de vista, nada tiene que ver con estos personajes fuertes.
Todavía no, ahorita mi plan es terminar la temporada de la obra, ya que el teatro siempre es bastante exigente y nos hemos concentrado en trabajar; llevamos cerca de cinco meses en este proyecto y tuve que cancelar o rechazar ofertas. Vamos a recuperar a ver si aparece algo de cine o televisión, pero en este momento todo está concentrado en concluir la gira teatral.
En realidad no puedo más que agradecer por una carrera muy afortunada, ha rebasado mis expectativas, cuando yo llegué a la Ciudad de México, mi situación no era la mejor, yo era un hombre ya mayor, no era ningún galán de televisión y nadie me conocía, sin embargo, mi aspiración máxima era hacer teatro y lo hice durante bastante tiempo, luego aparece el cine y me ha tocado la suerte de hacer películas que han tenido bastante éxito. Yo estoy muy contento y satisfecho con mi trabajo y con mi carrera, lo único que quisiera es continuar, tener retos y personajes tan maravillosos como en el caso de esta obra.