En la zona sur de la capital queretana se encuentra un espacio muy ameno que destaca por su arquitectura colonial, misma que contrasta con el resplandor de las luces de colores y una enorme pantalla, donde se proyectan los videos de moda, y letras de las canciones para no perder ni una estrofa.
Para llegar hay que subir unas escaleras de piedra que dirigen a los visitantes hacia la entrada del lugar, donde son recibidos por la figura de un quijote de madera y un hermoso mural que captura la belleza y fortaleza de la matriarca de la familia Sandoval, quien es la que le da el nombre al bar La Marieta.
“El nombre surge como un homenaje a nuestra madre María del Rayo Sandoval, a quien todos conocen como Marieta, un apodo que la describe a la perfección porque mi mamá es una mujer fuerte, dominante y con mucha visión, pero a la vez es buena persona y muy agradable”, comentó Óscar Guevara, encargado de este bar.
El proyecto nació hace 10 años por iniciativa de los hermanos Guevara Sandoval, quienes pensaron en un concepto en donde la gente pudiera liberarse de sus problemas y tensiones; cantando y sacando al artista que llevan dentro para convertirse en los protagonistas de la noche.
La especialidad de la casa sin duda es el karaoke, con títulos que se adecúan a todos los gustos —tanto en inglés como español—. Aquí se le puede dedicar un tema romántico a la pareja o bien, cantar y bailar los éxitos del pop y reggaetón, acompañados de amigos y cerrar la velada interpretando las emblemáticas canciones de Vicente Fernández o José Alfredo Jiménez.
Y para saciar la sed, puede ordenarse una chelada, michelada de sabor, o con clamato, además de deliciosos cócteles como piña colada y mojitos, ya sea el tradicional, con pepino o con frutos rojos.
“Es un ambiente sano, muy familiar, y con gusto recibimos a la gente, manejamos todo tipo de bebidas y las que no están en la carta, si el cliente las pide, las preparamos, porque queremos consentir a quienes nos visitan”, comentó Óscar, y relató que este negocio es el resultado de años de trabajo y dedicación de su familia, ya que aunque en la actualidad es el encargado del lugar, sus hermanos siempre están dispuestos para apoyar.
“Desde jóvenes hemos trabajado dentro de este rubro, así como en restaurantes, pasando por diversos puestos, e incluso meseros; ya traíamos un poco la idea de cómo se maneja este tipo de negocios, pero aun así tomamos un curso básico de coctelería para perfeccionar nuestros preparados, además a mí me gusta estar siempre checando en Internet las tendencias en bebidas, para actualizarnos y mejorar”, puntualizó.
Se ubica sobre la calle plaza del Cimatario 903 B, en Plaza del Sol, 1. Sección
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