“Favor de ponerse de pie y de quitarse el sombrero para la interpretación del himno nacional”, dijeron los artistas del Cirque Alfonso con tono hilarante, poco antes de iniciar su espectáculo en la tercera edición del Festival Internacional de Artes Escénicas, al unísono de “¡Tabarnak!”, un grito rebelde que alguna vez fue utilizado por los quebequenses contra la autoridad de su país, y que ha sido reapropiado por los artistas para dar nombre a este nuevo proyecto circense.
A las 20:00 horas el público se fue congregando en Plaza Fundadores al pie de un modesto escenario, donde se colocó una plataforma metálica con los instrumentos musicales, además de un vitral medieval que transportó a los espectadores al interior de una iglesia.
A lo largo de una hora, seis acróbatas y tres músicos arrebataron el aliento a los espectadores, con la ejecución de diferentes e intrépidos números circenses, que se desarrollaron al ritmo del rock y la fusión de la música tradicional de Quebec con elementos de melodías religiosas.
De acuerdo con Jossiane Laporte, percursionista del show, Tabarnak fue inspirado en la iglesia de San Alfonso, ubicada en el pueblo donde crecieron, en el que alguna vez las familias católicas de Quebec se reunían cada domingo para las celebraciones litúrgicas. Actualmente, los templos en esta región han sido desacralizadas debido a un considerable decremento de feligreses, por lo que ahora son utilizadas como gimnasios, teatros, salas de lecturas, spas y centros de espectáculos.
Con el objetivo de recuperar la historia y el folclore de la comunidad quebequense, los artistas han decidido crear un espectáculo que combina elementos sacros y profanos en una auténtica fiesta circense, que traslada a los espectadores —con ayuda de su imaginación y pocas piezas decorativas— al sótano de una iglesia, para recorrer luego su nave, saltando del altar al coro, y hasta llegar a la punta de una cúpula ilusoria.
Estrenado por primera vez en el 2017 en Móntreal Complètement Cirque, uno de los encuentros culturales más importantes de Canadá. El montaje se ha presentado en países como Francia, China, Estados Unidos y México, bajo la dirección de Alain Francoeur, y las actuaciones de Antoine Carabinier Lépine, Julie Carabinier Lépine, Jonathan Casaubon, Jean-Philippe Cuerrier, Genevieve Morin y Nikolas Pulka, egresados de la Escuela Nacional de Circo de Móntreal. Además Josianne Laporte, Guillaume Turcotte y David Simard, son los encargados de la explosión musical, que fue creada por el mismo Simard.
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