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Durante la tradicional época navideña, la castaña es considerada como una de las frutas secas más esperada de la Navidad. Esta maravilla no puede faltar en la preparación de postres, ensaladas, relleno del pavo, asada o en purés.
Antiguamente llegó a ser considerada como alimento básico hasta antes de que llegara la papa a Europa. Al paso del tiempo su uso declinó y hoy es tan sólo una golosina. En temporada navideña, sin embargo, alcanza un éxito notable.
ADOPCIÓN CULINARIA
También en el Centro Histórico de la ciudad de México suelen ponerse vendedores en las esquinas de las calles o fuera de algunos establecimientos, con un pequeño anafre y comal, a tostar castañas, las cuales venden calientitas, listas para pelar y disfrutar.
La castaña es rica en sodio, calcio, manganeso, hierro, cloruro, azufre y otros minerales; asimismo se da la presencia de fosfato y potasio en una cantidad que dobla la que posee el germen de trigo. También tiene un alto contenido en calorías, explica Lezaeta Pérez Cotapos en su libro Manual de la Alimentación Sana.
SABIA NATURALEZA
Este alimento es fruto del castaño, árbol de la familia de las fagáceas que alcanza hasta 25 metros de altura. Se muestra envuelta en una especie de piel erizo; cuando cae, se abre y madura. Es entonces que se desprende la castaña. Esta planta se desarrolla en países templados y subtropicales. Se da en Bolivia, Brasil y Venezuela, sobre todo a la orilla del Amazonas y el Orinoco.
Es recomendable para las personas que padecen de diabetes, así también sirve para elaborar diversos platillos.
