Desde que se estrenó el pasado mes de noviembre, la película de animación Frozen, producida por Disney, se ha convertido en un enorme éxito de taquilla, al recaudar más de mil millones en todo el mundo.

Además, la cinta (basada en un cuento de Hans Christian Andersen) recibió el Oscar a mejor canción y mejor filme animado.

Pero la buena acogida que Frozen ha tenido entre el público y la crítica no ha sentado bien a todo el mundo en Estados Unidos, particularmente a algunos comentaristas conservadores, que aseguran que la película “tiene una agenda gay”.

El pastor Kevin Swanson, de la Iglesia de la Reforma, denunció a través de su programa de radio que el filme es “maléfico” y que Disney “es una de la organizaciones más progay del país”.

“A veces uno se pregunta si aquí está ocurriendo algo maléfico... Me pregunto si la gente está pensando: ‘Creo que esta preciosa pequeña película va a adoctrinar a mi hija de 5 años para que sea lesbiana o para que la homosexualidad o el bestialismo sean vistos de manera positiva’”, aseguró Swanson.

“Si yo fuera el diablo, ¿qué haría para estropear todo un sistema social y hacer algo muy, muy, muy malvado a los niños de 5, 6 ó 7 años de familias cristianas estadounidenses? Si fuera el diablo, hubiera comprado Disney”, dijo el pastor, quien no dio ejemplos concretos de esa supuesta agenda gay.

Según destaca desde Los Ángeles el periodista de BBC Mundo Jaime González, los comentarios de Swanson se conocen unas semanas después de que se publicara un artículo en National Catholic Register titulado “¿Cuán gay es la película de Disney Frozen?”, en el que el crítico cinematográfico Steven D Greydanus aseguraba que el filme de Disney está lleno temas relacionados con la cultura homosexual.

Entre esos temas, Greydanus citaba el carácter solitario de la princesa Elsa, su falta de interés en sus pretendientes y la canción “Let it Go”, en la que, según el crítico, Elsa acepta su verdadera naturaleza.

Greydanous también aseguraba ver una insinuación de una familia gay en el personaje de Oaken y una referencia velada al bestialismo del montañero Kristoff con su reno en una de las canciones del filme.

Hace unos días Kathryn Skaggs, autora del blog Una buena mujer mormona, también dijo en una de sus entradas que la cinta de Disney tiene como propósito normalizar la homosexualidad. La semana pasada los directores de Frozen, Chris Buck y Jennifer Lee, fueron preguntados sobre el supuesto trasfondo gay de su filme: “Sabemos lo que hemos hecho. Pero siento que una vez el filme se ha estrenado pertenece al mundo, así que no quiero decir nada y así dejar que hablen los fans. Creo que es cosa suya”, dijo Lee.

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