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Los hermanos Montero: Colosio -de 16 años-, Florentino -de 22 años- y Martín -de 27 años- formaron el trío Colosio y sus huapangueros en 2006 y hoy en día se dedican por entero a la música, pero cuando no hay presentación tienen que trabajar en otros oficios.
Hace 10 años la familia Montero Izaguirre, proveniente de San Luis Potosí, llegó al pueblo de Tancoyol, municipio de Jalpan de Serra en Querétaro. Y aunque ya conocían la tradición del huapango, porque estos dos estados pertenecen a la región huasteca, su acercamiento formal con esta tradición se dio en la entidad queretana.
Sus padres, dedicados a las labores de la agricultura, apoyaron a los jóvenes para que siguieran la música, “nos dijeron que podíamos hacer lo que quisiéramos y nos hemos inclinado al huapango, según nosotros fue la decisión correcta”, comenta Martín Montero, quien junto con sus hermanos dejó de estudiar para así dedicarse por entero a impulsar su gusto por esta tradición.
En sus inicios tuvieron como instructor a “Proceso Sánchez, la estrella de Jalpan, él comenzó a dar talleres de huapango a los jóvenes, y ahí empezamos hace siete años y de hecho ahorita seguimos estudiando el huapango pero ahora con el maestro Perfecto López Martínez”.
Florentino comenzó a tocar la guitarra, hasta que un día Martín llegó a la casa con un violín y lo que él sabía de este instrumento se lo enseñó a su hermano, a la fecha Florentino es el encargado del violín.
Colosio, el menor de este trío, comenzó a acercarse a la música cuando apenas era un niño, “mientras yo ensayaba con la quinta huapanguera él también estaba ahí, casi jugando con la jarana y así fue como aprendió a tocar”, recuerda Martín.
Poco a poco el trío Colosio y sus huapangueros han ganado reconocimiento, en Jalpan y en lugares cercanos a este municipio ya los conocen y con frecuencia los invitan a sus celebraciones, pero el trabajo no siempre es constante.
“Cuando no hay presentaciones hay que trabajar en lo que caiga, he trabajo de albañil y de ayudante de albañil y en la milpa, en la cosecha”, platica Martín, y añade que el huapango sigue estando en el gusto del público “hay lugares en donde si les cae el huapango y lo bailan y todo, pero hay lugares que no, pero porque no lo conocen”.
El reconocimiento de estos jóvenes músicos también ha crecido por sus presentaciones en la obra de títeres El violín mágico, un espectáculo de la Compañía Banyan de Marionetas, bajo la dirección de Diego Ugalde.
Con esta obra que habla sobre la historia del huapango, los hermanos Montero se han presentado en varios estados de México. A futuro piensan continuar tocando el huapango, para preservar esta tradición musical.