La sexta edición del reality show La Isla 2017: Guerra de Clases contó sólo con Facundo como famoso, quien destaca como uno de los posibles finalistas, junto a Luis Arellano y Sebastián Pastrana; ellos tres se enfrentarán al cuarto finalista, que resultará de Yuriko Santander, Adrián Arrieta y Fernanda de la Mora.
Alejandro Lukini, actor y conductor es el encargado de liderar el proyecto, y su objetivo es guiar a los participantes en la aventura para llegar a la meta central: sobrevivir al destierro y buscar el triunfo.
En entrevista exclusiva para EL UNIVERSAL Querétaro, Lukini habló sobre los retos que los participantes deben enfrentar a lo largo del show, y aunque tratamos de saber un adelanto sobre el posible triunfador, el conductor no dio su brazo a torcer.
—AL: Mucho, he estado en este reality temporada tras temporada y eso quiere decir que algo estoy haciendo bien, entonces me da mucho gusto que me sigan llamando.
—AL: Un mundo de cosas, nos animamos a hacer un reality con casi puros desconocidos, retamos a las tres distintas clases sociales y creo que el público mexicano se identificó mucho con eso, cambiamos reglas por lo que sólo los más fuertes prevalecerán, hubo también cambio de dinámicas y sacamos muchos as bajo la manga que teníamos guardados, creo que fue una temporada con demasiadas sorpresas.
—AL: No es necesario, nos dimos cuenta que el reality tiene vida propia, con o sin famosos, al público le encanta el formato, ya que estamos posicionados y no es necesario llevar a participantes famosos. En esta temporada fue Facundo y sí le dio un buen saborcito porque él le tira a la sátira y a la comedia, pero tampoco es que sin él no hubiera tenido rating.
—AL: En todas siempre me involucro, les agarro cariño a los participantes y de pronto veo injusticias cometidas contra un jugador al que le hacen montón, uno siente una impotencia de no poder hacer nada, pues yo solo estoy como moderador o juez y no puedo brincar esa delgada línea.
—AL: Equilibrio entre lo físico y lo mental, no te voy a hablar de que sea fuerte o débil, si está loco o no, si es bueno para nadar o posee agilidad mental, yo creo que lo que define a alguien que puede llegar a la final es ser equilibrado.
—AL: Es complicado decirlo, de momento les cambia todo, es como un parteaguas para ellos, salen renovados y fortalecidos, pero como todo, la vida se encarga de borrarte y de volverte a meter al mundo del consumismo, de cuánto tienes y cuánto vales. Se les acaba muy rápido y sólo les queda la experiencia.
—AL: Sí, el reality es una analogía de la vida, es cuando ves si te gusta trabajar en equipo, si eres líder, carismático o si eres una persona analítica. Es de cómo tomas las cosas para encaminarte al éxito o al fracaso.
—AL: Para los participantes es la convivencia, el día a día y tratar de no hacer enemigos, eso te lleva por un buen camino y te va guiando más lejos en el programa. En mi caso, es no quedarme en mi zona de confort y temporada tras temporada ofrecer otras cosas, mejorar, escuchar al público para saber qué es lo que quiere, tomar sus consejos y abordarlos con la conducción.
—AL: Esta sexta fue la que más gocé, me gustó porque fue mucho más justa, porque sólo los más fuertes prevalecerán. La gente decía que no les gustaba ver a los más débiles en la final por estrategia, así que cambiamos algunas reglas.
—AL: Si te contesto ya te estaría rebelando quien triunfó, pero sí, sí creo que fue un triunfo justo.