En celebración por el ‘Día Nacional del Libro’ (12 de diciembre), se realizó un homenaje al poeta y periodista Efraín Huerta (Guanajuato, 18 de junio 1914 - Ciudad de México, 3 de febrero 1982), ‘El Gran Cocodrilo’, quien vivió su adolescencia en Querétaro y aquí tuvo sus primeros amores.
En este 2014 se cumplen 100 años del natalicio de Efraín Huerta, y en el marco de dicha conmemoración el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes (IQCA) realizó el evento ‘1000 Lectores, Efraín Huerta’, con la presencia de Raquel Huerta Nava, hija del poeta.
Efraín Huerta nació el 18 de junio de 1914 en Silao, Guanajuato, en donde vivió hasta los cinco años; a causa de los conflictos de la Revolución Mexicana que azotaban el bajío, se mudó con su familia a Irapuato. Tras el divorcio de sus padres, se fue a vivir a León con su madre y hermanos, pero en León “estaban cansados de tanta oscuridad en las noches”, platicó la también escritora Raquel Huerta.
“Parece que en esos años, que debe haber sido finales de los años 20 salió en una revista que se llamaba desde entonces ‘Revista de Revistas’, un reportaje sobre la ciudad de Querétaro, que decía que era la ciudad más iluminada del centro del país, entonces eso le fascinó, le gustó mucho y ese fue el motivo de que se vinieran a vivir aquí”.
En esta ciudad, Efraín permaneció hasta terminar la secundaria. “Él quería mucho a la ciudad de Querétaro, porque aquí vivió años muy felices”, aseguró Raquel. “Aquí mi papá fue feliz, aprendió a dibujar, le fascinaba dibujar, por ejemplo, la fachada de Santa Rosa de Viterbo, se la sabía casi de memoria, amaba mucho las fachadas de las iglesias coloniales de Querétaro”.
Estando en esta ciudad se unió al Gran Partido Socialista del Centro de Querétaro y aquí tuvo sus primeros amoríos el poeta, “las primeras niñas de las que se enamoró fueron queretanas”; añadió su hija, destacando que el escritor era un enamorado del amor y las mujeres.
Además de leer los famosos ‘poemínimos’ de Efraín, Raquel platicó al público sobre el trabajo como periodista de Efraín, profesión a la que le dedicó toda su vida, escribiendo de política internacional, cine y literatura.
Actualmente, Raquel Huerta Nava se encuentra recopilando el trabajo periodístico de su padre en las hemerotecas, y da cuenta que Efraín escribió más de un artículo diario de 1936 hasta 1982,el año de su muerte.
Efraín Huerta era reconocido como ‘El Gran Cocodrilo’, y en este seudónimo su hija recordó que en un viaje, junto con otros poetas, como Jaime Sabines, decidieron elegir su animal tótem y Efraín eligió al cocodrilo, por eso en los homenajes de su centenario, incluido el realizado en Querétaro, se vio la figura del cocodrilo.