Los drops son reproducciones artísticas limitadas y de pequeño formato, de 25 por 25 centímetros, certificadas por los propios artistas, sobre detalles de cuadros originales que se ponen a la venta en series de seis piezas y cada una de ellas tiene un valor estándar de 600 pesos.

Esta forma de arte es un invento de un grupo de jóvenes artistas y empresarios de Querétaro, encabezados por Santiago Pani, con el apoyo de su padre Knut Pani, un artista reconocido internacionalmente, para vender arte de calidad a bajo precio.

Drop en inglés quiere decir gota y para los artistas queretanos representa la idea de reproducir un cuadro en pequeñas proporciones; mientras que la otra idea es dispersar el arte en diminutas gotas.

“Queremos romper con los paradigmas ya establecidos de comercialización del arte, sacarlo un poco de la galería, del museo, y acercar a la gente al artista”, manifestó el artista Santiago Pani a EL UNIVERSAL Querétaro.

“De pronto hay personas que ni siquiera les gusta acercarse a las galerías por el hecho de que se piensa que las obras son muy caras o que no es algo para ellos”, dijo.

Santiago Pani y sus socios acaban de inaugurar una galería virtual, Art Drop Galley, que exhibe y vende series de drops.

El jueves y viernes pasado organizaron su primer subasta de arte en la galería Colectivo 5, que está situada frente al Jardín Guerrero, en el centro de Querétaro.

La siguiente fase de la Art Drop Gallery es organizar puntos de venta y exposición de obras, sin que tengan que ser museos, por ejemplo, en centros comerciales.

“Son lugares donde la gente no se imagina que encontrará arte original y accesible, que es como la parte más interesante del proyecto”, explicó el artista.

En el Colectivo 5, Sebastián Pani presentó la serie Espejos del alma, integrada por una serie de seis drops, sobre su obra Retratos. También se presentó una serie basada en la obra de Knut Pani.

Desde hace años, el artista, quien radica en Tequisquiapan trabaja sobre tres series o temas: Macrocosmos, Microcosmos (insectos) y Retratos, que es “la gente viendo hacia lo más grande y lo más pequeño”, explicó.

Santiago Pani tiene 23 años, estudió artes plásticas en La Esmeralda, en la Ciudad de México. Pin ta profesionalmente desde los 18 años, pero su primer cuadro, no profesional, lo hizo a los cinco años. Es un artista joven pero con una larga trayectoria.

“Me gusta expresar lo que veo, vivo y lo que me interesa, sin ninguna intención política o social”, declaró el joven artista.

De su padre, Knut Pani, comentó que lo admira y que es un artista “que siento que puede dar mucho más de lo que ha dado, a pesar de ser un artista ya consagrado”.

Knut Pani, escultor y artista, fue premiado con la medalla Lorenzo il Magnífico de la Bienal de Florencia de 2001. Vive y trabaja en Tequisquiapan, donde fundó su taller El Pez Soluble, inspirándose en su propio mural, El Pez Soluble, entre otras obras.

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