“Sucré Salé” es un espacio acogedor, sencillo y original, en donde los mejores sabores del mundo convergen para llegar hasta tu mesa; recetas alemanas, francesas y hasta asiáticas, son preparadas con ingredientes de la mejor calidad.
La historia de este lugar inició hace algunos meses, cuando Frédéric Barras y Cynthia Venegas decidieron emprender su propio negocio, en el que ofrecían comida estilo europeo y entregaban a domicilio, fase en la que tuvieron muy buena respuesta.
Por ello la pareja decidió establecerse en un local, en el que Frédéric —quien estudió repostería en Suiza—, pudiera cumplir sus metas y tener un negocio en el que diera a conocer su pasión por los apetitosos postres.
“Mi sueño fue tener una repostería, sin embargo, la gente me pedía el menú y terminé incorporándolo. “Sucré Salé” empezó solo con una barra en la que se exhibían los postres y más tarde adecuamos el espacio para que la gente pudiera venir y darse el tiempo de tomar un café, un postre o disfrutar del menú”.
Para los desayunos y las comidas, la carta es pequeña, pero incorpora sabores y aromas poco utilizados en México, tales como curry, jitomate cherry y poro, entre otros ingredientes y especias que le brindan un toque único.
“Esta semana tenemos unos rollos navideños, están preparados con carne angus y contienen relleno de mostaza y tocino; se sirven con ensalada mixta, té verde y arroz, además de nuestros tradicionales quiches de queso de cabra con pimiento”.
Sin embargo, los postres siguen siendo los favoritos del chef y en esta temporada pueden encontrarse los clásicos panetones, provenientes de Italia, que en época navideña son altamente consumidos en Europa; esta delicia está preparada con mantequilla, huevo, ron, pasas y limón.
“Los postres que preparamos son recetas que mi madre me hacía cuando era pequeño, y quise reproducirlos aquí en México, algunas otras son recetas francesas e italianas; es una fusión de comidas, ya que en el menú podemos utilizar recetas asiáticas, francesas o alemanas”, detalló Barras.
Otro de los punto a destacar es lo pequeño de “Sucré salé”; condición que permite ofrecer un servicio “casi exclusivo” a cada cliente. “Para mí lo más importante es el buen servicio, y aquí es personalizado, sólo somos mi esposa y yo, pero puedo decir que siempre buscamos el bienestar de ellos y sobre todo, que se sientan cómodos”, comparte el fundador.
Frédéric comenta que sin duda, la especialidad más pedida por los clientes son el quiche, la tartaleta de limón y el brownie de chocolate negro, “es unos de los consentidos porque es muy chocolatoso, y no tiene tanta harina ni azúcar, apenas lo ponen en su boca, la gente me dice que comienza a sentir cómo se derrite, y debe ser un placer porque regresan por más”, expresó entusiasmado el dueño.
Otra de las especialidades de la casa son los cafés, que resultan ideales para este tiempo de frío, una de las mejores opciones es el “Glühweihn”, que en español significa vino caliente, y que consiste en una receta 100% alemana que se realiza con especias.