Al caminar por el Andador 5 de Mayo, la gente se siente envuelta por el delicioso aroma que emerge de “La Fábrica de Chocolate”, en donde los paseantes son atraídos también por una churrera, que prepara esta especialidad a la vista del espectador.
De la máquina sale una masa para caer en un aceite especial que hace que el espiral cambie de color, para después ser salteado en azúcar; un deleite a la vista y al paladar.
Tras el espectáculo previo, al entrar se aprecia una decoración con influencias europeas y mexicanas por igual; paredes crudas, utensilios de peltre, mesas de madera y herrería, logran una perfecta sinergia para hacer de este sitio el lugar ideal.
La historia de este restaurante surge desde los años de infancia de Francisco —su fundador— quien en aquel entonces residía en la Ciudad de México y visitaba de manera frecuente algunas churrerías famosas, incluso tuvo la oportunidad de viajar a España y algunas ciudades de Europa, lo que le permitió empaparse del tema.
“Siempre había querido tener un local que viniera desde el origen y empezar desde cero, mi idea era poner una chocolatería desde hace dos décadas, pero las cosas no se me dieron y hasta hace unos años comencé a buscar el local para hacer el proyecto, y se mezcló con los churros”, recordó.
Una de las finalidades de este recinto es encontrar y fomentar las raíces del cacao para ofrecer chocolates de calidad, por lo que Francisco realizó estudios para exponer una gran variedad de productos con excelentes cualidades.
“Yo quiero dar otra historia y que se empiece a modificar el concepto de las churrerías y del buen chocolate. En el lugar puse elementos de Suiza, pero quiero que se entienda que el origen del chocolate es mexicano, para que también los turistas que vienen, sepan que tenemos la capacidad de hacer buen chocolate”, dijo.
“La Fábrica de Chocolate” también ofrece la opción de acompañar una bebida tradicional de cacao con un platillo exclusivo de la casa, ya que Francisco fue el que lo inventó. Se trata de “La Santa”, que son sándwiches salados elaborados con pan dulce de pueblo artesanal.
Con respecto al servicio, el fundador menciona que está basado en un trato personalizado, siendo el cliente lo más importante para que este negocio siga creciendo y cumpla con sus objetivos.
“Lo más importante para La Fábrica de Chocolate es que sean atendidos lo mejor posible, es por eso que contamos con personal capacitado, para evitar cualquier molestia e inconformidad de los clientes, y no se diga de los productos; tenemos una muy buena asesoría para ofrecer buenos alimentos”, puntualizó.
DATOS
Bebidas únicas
Chocolate oaxaqueño .
Malteada de chocolate.
Platillos estrella
Churros cubiertos de chocolate.
Churros cubiertos de azúcar y canela.
Santas de diversos sabores (pan dulce con mole u otros elementos salados).