El festival más grande de la cerveza artesanal, “Mariachela”, se celébrara el fin de semana, y en honor a este evento, se brindó una explicación para dar a conocer cómo se logran los sabores y aromas especiales, que sólo una bebida de origen artesanal puede brindar.
El espacio que hace unos ocho años era una fábrica de textiles, ahora alberga a la Compañía Cervecera Hércules, un proyecto que nació con la idea de crear fermentados ideados por maestros cerveceros y productores.
Aunque inicialmente su producción contaba solamente con dos estilos de cervezas, con el paso de los años se han ido incorporando nuevos sabores, permitiendo alojar y compartir sus productos con un público exigente.
“A finales de 2012 recuperamos el espacio, nos dedicamos a encontrar equipo y gente que nos ayudara y en 2013 comenzamos a sacar nuestra cerveza al mercado”, comentó Alejandro Domínguez, durante un recorrido por las instalaciones.
Sumergidos en la arquitectura del siglo XVIII, Domínguez explicó que para la elaboración de esta bebida se emplean ingredientes como “las maltas de cebada, que son las que comúnmente se utilizan, aunque también hay maltas de trigo y centeno, todas son importadas —principalmente de Alemania e Inglaterra—, ya que en México no existen maltas para hacer cerveza”, puntualizó.