Cruces barrocas con iluminación led, neón, aluminio espejo, la ya famosa Cruz Rodante, además de la Cama Litúrgica, son piezas creadas por Valerio Gámez en torno al tema de la Pasión de Cristo, mismas que se presentan en Galería Libertad como parte de la exposición “Crux” (término en latín que significa Cruz).
Valerio Gámez, originario de Querétaro, estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” . Su obra abarca 13 años de análisis y creación de arte acción, instalación, fotografía y arte objeto, retomando íconos y escenas de la religión católica. Moda Dolorosa, Tendencias Guadalupanas, Juan Diego Casting y Vestir Santos, son algunos de los proyectos que ha creado.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, Gámez explicó el origen de “Crux”, exposición que permanecerá en Galería Libertad hasta el 4 de mayo y que reúne obras que reflejan el trabajo y estudio realizado por el artista para llegar a las cruces de leds y neón, creadas en este 2014.
¿Cómo llegas a “Crux”?
Partió de la idea de hacer una pequeña investigación y reflexión en torno al símbolo de la Cruz y cómo se utiliza en la religión católica.
Las piezas nuevas son las cruces, algunas luminosas con leds, neón, acrílico o aluminio; es una repetición de la misma Cruz, un poco haciendo analogía de los procesos mecánicos o de reproducción de imágenes masivas.
¿Con este trabajo das una continuidad a lo que ya habías presentado?
Decididamente sigo con la línea religiosa y sigo dentro de la religión católica, muy específicamente el período de la Cuaresma, Semana Santa y lo relacionado con la Pasión de Cristo.
La idea era diseñar una Cruz propia, en este caso de tipo barroco que está inspirada en los retablos del siglo XVIII de Santa Rosa de Viterbo, de ahí, tal cual, agarré ciertas curvas, elementos formales e hice la Cruz y esa fue la que repetí en acrílico, neón, leds y papel mache, eso es nuevo.
Ha cambiado tu forma de trabajar, en retrospectiva ¿cómo notas esas transformaciones?
Por ejemplo, la Cama Litúrgica había estado en el Museo del Chopo en el 2010, hace cuatro años; la Cruz Rodante la expuse hace dos años y otras piezas son del 2001, son procesos que he estado desarrollando desde hace 13 años.
En un principio, estos trabajos eran de arte acción, eran piezas efímeras, intervenciones en medio de la Semana Santa, todo lo que se publicaba en aquel entonces en periódicos o inclusive en la televisión, la idea de lo efímero que al pasar la Cuaresma se olvidaba, esos procesos me interesaban. Eso fue 2002, después como 2005, 2006, empecé a exponer las piezas ya para galería, además de algunos objetos que antes no me interesaba mostrar, como las prendas de ropa que yo usaba sólo para un performance o fotografía, las empecé a exhibir como arte objeto.
Ha habido como este cambio de procesos efímeros a después aterrizar los objetos y últimamente las instalaciones, que es lo que más se me ha hecho interesante o lo que más refleja estos procesos. En este caso, dentro de la Cuaresma y obviamente la Semana Santa, me interesa porque siento que se activa la pieza.
¿Han cambiado los comentarios del público respecto a tu obra?
Sí han cambiado. Hace 10 ó 12 años me interesaban esas dinámicas un poco de choque o de controversia, por lo menos en ámbitos culturales. Ahora como que trabajo más a gusto, ya sin esa carga de qué se va a entender o mal entender, que sólo busco el escándalo. Ya puedo relajarme, profundizar más en los contenidos de las creaciones, sabiendo que ya se van a entender, que la lectura de éstas será de otra forma, como más relajada, y la gente se va a concentrar más en el significado religioso o en el simbólico de mi trabajo y ya no sólo en este choque del escándalo. Ha cambiado la opinión de la gente y eso me ha gustado.
A una persona que no conoce tu trabajo previo, ¿cómo le explicarías tu obra?
Con base en lo que la gente está interesada a preguntarme en las piezas, es un poco que interactúo o respondo. Muchas veces ni siquiera me gusta explicar las piezas a la gente, y menos si les encuentran un sentido ofensivo, controversial, no me interesa ni aclararlo, nada.
En esta misma galería, hace siete años, expuse (“Católica Industry”), y el libro de comentarios estada lleno de puras mentadas de madre hacia mí, obviamente. Entonces, en ese sentido, no me interesa confrontarme con la gente o seguir esa dinámica directa, la pieza ahí está y es la que habla.
Si alguien me pregunta yo con gusto explico, pero también si hay una actitud agresiva no, no sigo la discusión; los elementos con los que me interesa discutir las piezas son los componentes artísticos y el contenido de la misma.
¿Vas a continuar trabajando con esta temática?
Yo creo que sí, empecé en el 2000 con Tendencias Guadalupanas y después pensé que iba a dejar el tema religioso y siempre me sigue atrayendo. A la par, he hecho otros temas en estos años, pero creo que finalmente es un tema que me gusta y lo voy a seguir, aunque ahorita diga que no, ya me veo haciendo otra, hay muchas piezas que están en boceto que quiero reallizar.
Los temas religiosos, la tradición católica sigue muy fuerte, es algo que no ha pasado de moda, ¿cómo lo ves?
Para nada ha pasado de moda y es, más bien, este sincretismo y esta adecuación de tradiciones religiosas católicas a la manera de vivir de la sociedad actual. Para nada creo que la religión esté perdiendo vigencia, la gente sigue siendo muy creyente y, como en todas las épocas, la adecua a su manera de vida. Entonces, digo que es un tema difícilmente agotable.