Raphael se presentó en el auditorio Josefa Ortiz de Domínguez de esta ciudad y cantó antes que en la ciudad de México, antes que en León, Guanajuato, antes que Monterrey, antes que en Jalisco; incluso antes que en los Estados Unidos y que en América Latina. Antes que todos, Raphael estuvo en Querétaro.
Con verlo en el escenario es un gusto, motivo de fiesta, de escándalo. Nada más verlo caminar es suficiente para imaginar una epifanía musical. No es para menos, se trata de Raphael el grande, el inigualable, el mítico, el faraónico. Es Raphael, el único Raphael.
Nada importa que tenga ese estilo andrógino, asexual. No importa que exagere sus maneras al cantar y que mueva todo el tiempo las manos y que camine y se pare en el escenario como si estuviera dando una corrida de toros.
“Escándalo, es un escándalo, escándalo, es un escándalo; siempre la misma rutina, nos vemos por las esquinas, evitando el qué dirán, escondidos de la luna no se puede continuar, por desgracia o por fortuna, no te dejaré de amar”. (del tema “Escándalo”)
Cuenta él mismo el tema de su ropa. Narra que cuando empezaba su carrera llegó a México, para cantar en El Patio, cabaret convertido en centro de espectáculos y perdió, o le robaron la maleta.
Rápido y como pudo, se metió a una tienda y pidió lo que le quedara. Lo vistieron de luto y así subió al escenario y le gustó. Desde entonces viste como mesero de centro nocturno, siempre de negro, camisa y pantalón y ya.
El “Divo de Linares” festeja 50 años de carrera y con ese pretexto, recorrerá varias plazas del país y del mundo, ofreciendo conciertos llenos de nostalgia.
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar/caminante no hay camino, sino estelas en la mar”, cantó el español, un tema dedicado a él mismo.
La fiesta del medio siglo empezó en España, con un concierto que fue televisado por el canal oficial de España TVE, y donde aparecieron con el homenajeado, artistas de la talla de Miguel Bosé, Enrique Bunbury y Alaska, y varios más.
En Querétaro cantó temas que sino los canta él no tienen sentido: “Como yo te amo”, “En carne viva” y “Qué sabe nadie”.
El cantante ofreció, hace varios días en el Distrito Federal, una rueda de prensa donde festeja 50 años de carrera y asegura que nunca se va a retirar, que no habrá ni una gira de despedida ni un final en su carrera. A su manera, Raphael dijo que Raphael es inmoral y muchos lo creen de verdad.
El concierto en el Auditorio Josefa Ortíz de Domínguez siguió su curso y llegó el turno de “Yo soy aquel”, “A mi manera” y “El golfo”.
Al cantante se le ve con unos kilos de menos, demacrado, como enfermo, pero nada más es cosa de verlo hablar y cantar, para darse cuenta que está más vivo que nada.