Como parte de la promoción de su nueva película, Tale of tales, del realizador italiano Matteo Garrone, la actriz mexicana Salma Hayek ofreció una entrevista al periódico británico The Telegraph, donde reveló que, al inicio de su carrera en Hollywood, sólo la consideraban para papeles de prostituta o de sirvienta.

Al inicio de la charla recordó una anécdota de la época en que protagonizó la telenovela Teresa.

Festejaba con sus papás —quienes decidieron no ver la producción porque consideraban a las telenovelas como algo vacuo— en un restaurante de lujo y una mujer se acercó a golpearla con su bolsa mientras le gritaba “malagradecida, horrible chica”, y todo en relación con el papel de la ambiciosa joven que interpretó.

Tras el éxito de Teresa, Salma decidió mudarse a la ciudad de Los Ángeles en 1991, en donde se encontró con que aún persistían los prejuicios que vivió Dolores del Río en Hollywood en los años 20 y 30.

A Salma le dijeron que las actrices mexicanas eran buenas para interpretar a sirvientas o mujeres que llamaban a la tentación, incluso un ejecutivo le comentó —en relación con su acento latino— que le sería difícil encontrar buenos papeles pues “en el momento en que abres la boca le recuerdas a todos a su sirvienta”.

“Me consideraban para prostituta, pero nunca para la prostituta líder y esto era a mediados de los 90”, añadió.

Recordó además que en esa época se sentaba en su departamento con la ropa de diseñador que había llevado desde su casa, pero sin dinero para comer, y fue sólo Robert Rodriguez, un cineasta méxico-americano, quien le dio su primera oportunidad en Desperado.

Sin embargo, con el paso del tiempo, la actriz mexicana fue capaz de superar las barreras asociadas a los prejuicios y demostrar al mundo que podía ser una actriz más versátil de lo que todos esperaban.

Con su nominación al Oscar en 2003, tras su papel de Frida Khalo en la película homónima, la artista no sólo se ganó el favor de la crítica y el público, sino también el de sus propios familiares, quienes, como ya se mencionó, en un principio no veían con buenos ojos que decidiera dedicarse al mundo del espectáculo.

Tras haber vivido eso, Salma no se sorprende con la postura de Donald Trump, pues representa el racismo que existe aún en Estados Unidos.

Acerca de sus decisiones laborales, la actriz comentó que le gusta mantenerse ocupada y no depender de su marido económicamente, pues tienen sus fi╠ᵵnanzas por separado.

“No tengo un ‘sugar daddy’ (hombre mayor adinerado que proporciona dinero a mujeres más jóvenes a cambio de favores sexuales o compañía). Eso sería la cosa más humillante. Algunas de mis últimas películas serán mejores o peores, quizá funcionen o igual acaban siendo auténticos fracasos. Pero lo importante es la experiencia que te dejan, si te has divertido, si has aprendido algo de ellas. Si me han dejado tiempo para estar con mi familia”.

Por otra parte, en sus redes, Hayek lamentó el tiroteo que se sucitó en Orlando, este fin de semana, en donde resultaron muertas 49 personas y 53 más, heridas.

En Instagram, la veracruzana publicó un corazón roto, con los colores del arco iris (símbolo de la comunidad LGBT), con el mensaje:

“Mantengámonos unidos, fuertes y sin miedo ante todos los crímenes de odio”. Redacción

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