Dupeyron se caracteriza por tocar siempre temas controversiales con los que el público se identifica y esta puesta en escena no es la excepción, ya que retrata la vida de Lucas, el primer hombre embarazado.
Hace 30 años, Odin escribió esta elocuente obra como parte de su forma de ver la vida y ocho años después se llevó a cabo la primera representación, ahora tras diez años de ausencia, la obra Lucas regresa a los escenarios gracias a Erika Blenher –gran amiga de Odin– quien lo apoyó para volver a hacer una temporada en la que ella misma interpreta a Inga, la mejor amiga del protagonista.
En una entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL Querétaro Erika Blenher compartió detalles sobre esta obra.
¿Cómo llegaste al teatro?
– Desde pequeña me encantaba estar montando obras de teatro con mis primos, siempre participaba en todo lo que podía con relación a cuestiones artísticas en la escuela. Por supuesto, no tenía en la mente que me iba a dedicar a esto, pero un día se dio la oportunidad de estudiar al CEA y un año antes de graduarme, comencé con un programa de tv, en donde Alejandro Suárez me llamó para participar en una obra de teatro. A partir de ahí no he parado en casi 25 años de carrera.
¿Qué es lo que más te gusta del teatro?
– Es una experiencia diferente a hacer tele, el teatro es en vivo y hay más el contacto con la gente. Actoramente puedes ir creando un personaje porque no se interrumpe la actuación. Estar haciendo y desarrollando de principio a fin es una satisfacción impresiónate. Además cada función es diferente, hay factores como el público, la ciudad y el escenario que lo hacen diferente.
¿Cómo es tu personaje en Lucas?
– Es Inga, la mejor amiga de Lucas. Ahorita que Odin decidió montarla de nuevo estoy inmensamente feliz, agradecida y complacida de poder interpretarla nuevamente.
¿Qué pasa por tu mente después de este estreno?
– No he dejado de pensar en eso, sigo con esta sensación de orgullo. Estoy impactada y de pronto me vuelve a llegar a la cabeza esa idea de: “no puedo creer que di función en el Auditorio Nacional”. Ha sido un fenómeno y simplemente me siento inmensamente afortunada.
¿Cuál ha sido tu evolución para esta obra través de estos 12 años de ausencia?
– Vas creciendo como persona y teniendo vivencias personales y laborales que te van haciendo crecer. Actoralmente también evolucionas, pues el teatro te va dejando un aprendizaje. Llevo años haciendo otro proyecto llamado “22 22” con Odin y sin darte cuenta vas puliendo las actuaciones y aprovechando más las herramientas.
¿Qué retos enfrentó el elenco?
– La exigencia principal es la dirección de Odin, él trata de hacer su trabajo lo más impecable posible, porque sabe lo que quiere y al final él es al autor de la obra y creó los personajes. Se va palabra por palabra, nos guía para manejar una emoción, en gestos y en todo la esencia de Lucas. Es una exigencia tremenda, la dirección ha sido muy precisa y el reto es poder transmitir con cada detalle el contexto.