Desde hace par de años el cantante queretano Gerardo Urquiza se presenta en el escenario con sus hijos.
Lo hicieron también en Plaza de Armas y juntos cantaron “Las llaves de mi alma”.
La idea es que los Hermanitos Urquiza tengan su propio show y su padre sólo los apoye. “No es obligación, les gusta cantar y por eso es que andamos en esto”, dijo el cantante.
El niño Gerardo Urquiza quiere ser cantante cuando sea grande: “Me gustan los aplausos”, declaró.
La canción preferida de Nicolás es “¡Que viva México!”; quiere ser como Vicente Fernández y dice que ensaya una hora cada semana.
De su padre, ambos dicen que no es regañón, sino “súper buena onda”. Gerardo Urquiza no se quiere parecer a nadie, “sólo tengo grandes inspiraciones”, dijo.
El cantante tiene seis discos producidos, el más reciente es de banda sinaloense, grabado en Los Mochis, Sinaloa, hace año y medio.
“Lo hicimos con la finalidad de acompañarlo con un espectáculo ecuestre que tengo”, informó.
Urquiza es uno de los pocos cantantes de música mexicana que alterna su show con caballos de alta escuela. Desde el finado Antonio Aguilar, son pocos los cantantes que exaltan el arte de la charrería.
Ahora, Joan Sebastian es el único “y él es nuestra gran inspiración ahora”, dijo el queretano.
Actualmente se prepara para realizar una gira nacional, con hijos y caballos. “Quiero hacer un espectáculo familiar”, informó.
Se lamenta de no tener una proyección nacional como artista: “Yo ya estoy listo desde hace mucho, pero no se ha dado”, dijo.
Asegura que le hace falta un padrino que le apueste a su carrera, porque para mantenerse en el medio artístico se necesita mucho dinero y palancas, para hacer promoción y difusión en grande.