En todo el planeta existen personas que habitan zonas geográficamente alejadas lo que ocasiona que la instalación de infraestructura de comunicación como fibra óptica, líneas telefónicas o de energía eléctrica sea una tarea difícil.
Sin embargo, luego de más de 60 años de desarrollo y experimentación, los satélites hacen posible que archipiélagos, minas, plataformas petroleras y lugares en medio de los continentes o el mar estén conectados a servicios de comunicación como Internet.
Después de que Estados Unidos (EU) y la entonces Unión Soviética (URSS) iniciaran, con fines militares y de espionaje, la Carrera Espacial en la década de los años 1950, grandes investigadores en todo el mundo han realizado proyectos relacionados con las materias satelital y de aeronáutica.
Con la colocación del primer satélite artificial en 1957, gobiernos y empresas privadas observaron una potencial herramienta de comunicación, que permitía enlazar cualquier parte de la superficie terrestre y hasta la fecha se estima que más de 10 mil artefactos orbitan alrededor de la Tierra.