En 1978 se descubrió por accidente la sacarina, comercialmente conocida como Sweet'N Low®. Su estructura es casi 300 veces más dulce que el azúcar y no aporta energía al organismo. A pesar de proporcionar un sabor dulce inmediato, tiene la desventaja de dejar un sabor residual amargo; además es inestable a altas temperaturas.
El edulcorante artificial más conocido y con el mayor número de pruebas de seguridad alimentaria es el aspartamo. Empleado en la industria de alimentos para endulzar refrescos de cola, goma de mascar y bebidas energizantes dietéticas, y como edulcorante de mesa bajo el nombre comercial de NutraSweet®, el aspartamo es 200 veces más dulce que el azúcar y aporta 4 kcal por gramo. Aunque la detección de su dulzor en boca es retardado, deja un sabor residual dulce. Por otro lado, el calor y la acidez descomponen lo descomponen, por lo que es imposible cocinar con él.
La Stevia rebaudiana es un arbusto sudamericano de hojas con sabor dulce. De su extracto puro se obtiene un edulcorante artificial 300 veces más dulce que el azúcar. Su venta en México comenzó en el 2009 bajo el nombre de Stevia® y hoy en día es un producto popular. Su proceso de elaboración la convierte en un edulcorante artificial y tiene un retrogusto amargo en boca.