Emilia Michel de 22 años, Ettel Velázquez de 18 años y Pamela Olvera de 19 años, decidieron formar un equipo de producción para hacer su primera película. Tenían la experiencia de haber montado varias obras de teatro, así como un cortometraje que forman parte de las prácticas de la escuela de actuación en donde se conocieron.

Después de haber trabajado en el cortometraje para la escuela y teniendo como antecedente la poca producción de cine en el estado, sus inquietudes crecieron hasta que finalmente en diciembre de 2011 comenzaron a tramar su primera historia para cine, a la que le pusieron el título de: En carne viva.

Para formar el equipo de producción estas tres jóvenes invitaron a varios ex compañeros de la carrera de actuación, aunque -afirman- no es fácil involucrarse en un proyecto independiente, por lo que terminaron siendo sólo Emilia (Aguascalientes), Ettel (Distrito Federal) y Pamela (Querétaro), las que dieron vida a la película y a El Muro Producciones, su proyecto de casa productora.

En carne viva presenta “la historia paralela de seis personas que están en un punto climático de sus problemáticas personales, todos están en la ebullición total y al final un evento los convoca a todos y explotan”, comenta Emilia Michel, quien es la encargada de hacer la adaptación, además del guión de la cinta basándose en el texto del dramaturgo y escritor Héctor Azar, La appassionata.

Para convocar al casting invitaron a actores profesionales y jóvenes que nunca antes habían actuado ni en teatro ni en cine. Hoy, entre risas, recuerdan que por varios días buscaron a través de Facebook a chicos que dieran con el perfil de su personaje.

Durante las audiciones conocieron a Orlando Sheker, sin saber que es el director del Colegio Nacional de Danza Contemporánea.

Pamela realizó la dirección de fotografía, mientras que Ettel y Emilia se enfrentaron al reto de dirigir a niños y a jóvenes que no son actores, e intercalar el trabajo con artistas de la talla de Orlando Scheker, Silvia Alcántara y Genny Galeano.

En la grabación de la cinta también participaron Madox Gallardo, Eduardo Ugalde, Ricardo Paredes, Cheto Díaz, Fabrizzio Paredes, Kilba Jocotey y Cristóbal Ramírez.

A través del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes obtuvieron un apoyo para la producción, el resto del financiamiento lo consiguieron por cuenta propia y con el apoyo de sus familias, que las acompañaron hasta que se filmó la última toma.

El trabajo final quedó en un mediometraje, Ettel comenta que la historia se podía alargar hasta alcanzar el largometraje, “pero no era necesario, teníamos todo planeado, hasta el tiempo de una mirada”.

La filmación se realizó a mitad de 2012 y para poder musicalizar la obra invitaron al grupo Opus Verona. Uno de los objetivos que estas jóvenes creadoras se plantearon en el inicio de la producción fue participar en el Festival de Cine de Morelia. Y aunque no quedaron en la selección final, aprendieron mucho de esta primera experiencia fílmica.

“Nunca fue un sueño platónico, siempre fue dirigido a que es algo realizable, que lo vamos a hacer y lo hicimos”, añade Emilia al respecto de este proyecto independiente.

Para 2013 planean enviar la cinta a otros festivales y hacer una presentación pública en Querétaro para cerrar el ciclo de esta producción.

A futuro se ven realizando más proyectos de cine, incluso de animación. Y mientras concretan el próximo filme, Emilia cursa la especialidad de Estudios literarios en la Universidad Autónoma de Querétaro y Ettel y Pamela estudian la preparatoria.

Se describen a sí mismas como detallistas, “perfeccionistas obsesivas”, de personalidades y gustos diferentes, pero Ettel dice que las une “el amor por las historias que merecen ser contadas”.

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