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La leyenda llamada Hombres G

La leyenda llamada Hombres G
15/04/2014 |23:02
Redacción Querétaro
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La gran noticia es que David Summers, y Hombres G, tocará en tierras queretanas, el 18 de mayo. Será la última ciudad en México que visite la banda.

La mala noticia es que falta mucho, demasiado, para que el musical de los Hombres G llegue al país, un montaje que glorifica al grupo, tal y como lo hicieron los de Mecano con Hoy no me puedo levantar.

La gira de la agrupación, que no es precisamente un tour, incluye la visita a cuatro ciudades: en la Arena Ciudad de México, el 7 de mayo; el en Auditorio Telmex en Zapopan, Jalisco, el 17 de mayo; y en La Plaza de Toros Santa María, en Querétaro, el 18 del mismo mes.

Tras su paso por México, los madrileños regresan a España, a Girona, para ser más precisos, donde ofrecerán tres conciertos en julio.

Los Hombres G alcanzaron la popularidad en la década de los 80, los años de apogeo del llamado “spanish rock”.

Los integrantes del grupo eran vistos por los críticos de música como “niñetes” sin buenas ideas, echando relajo, y su música tan elemental como sus temas.

Las canciones que escribía David Summers, voz y bajo, hablaban de “mi agüita amarilla que corre”, sobre “Marta tiene un marca pasos” y cosas más elementales.

Los músicos españoles lograron ganarse el cariño de un público más “aniñado” como para escuchar las canciones de Mecano.

Cuenta la leyenda que David Summers conoció a Rafa Gutiérrez, guitarra de la agrupación, en 1982, en un show de televisión, pues ambos trabajaban como público y les pagaban por aplaudir.

Decidieron formar una banda, con toda la irresponsabilidad que sólo los jóvenes tienen, y llamaron a Javi de Molina, batería, y a Daniel Mezquita, segunda guitarra. De esta forma nacieron los hombres G, de un reality show.

En 1983 debutan en el festival Rock-Ola, en Madrid, con temas ingenuos y un sonido elemental.

Summers y sus amigos se subieron al escenario con la misma ropa de casa, de trabajo. No tenían representante, ni vestuario, ni nada. El público los recibió por su frescura y su informalidad. Más tarde, se diría que era una imagen planeada, como la de las bandas “Grunge” de Estados Unidos.

Los temas “Venezia” y “Marta tiene un marcapasos” fueron las primeras canciones que se escucharon de la banda, entre guitarrazos despiadados y una voz poco educada de David Summers.

En 1984, con la producción de Paco Martí, graban su primer disco homónimo, el cual es considerado como un preciado objeto de culto. La versión en vinil puede costar, incluso, una buena lana.

Hasta ese momento, Hombres G era un grupo de chavos “x”, hasta que salió la canción que le hizo justicia a los chicos nerds de España. “Devuélveme a mi chica” y esas letras poco prudentes: “Sufre mamón, devuélveme a mi chica…”.

Lo que llegó después tomó desprevenida a la banda: ventas millonarias de discos, conciertos llenos, fanáticos y fanáticas por todos lados, firmas de autógrafos. La fama había tocado a su puerta.

“Nos pasaban cosas surrealistas. Cosas que si me pasaran ahora me preocuparía. Entonces, me lo tomaba a cachondeo. No había redes sociales ni móviles y el teléfono de casa no paraba de sonar ni de noche. Mi padre no podía más.... Mi familia me odiaba. Tenía 150 cartas al día y 50 personas en la puerta de mi casa. Nos tenían que sacar de los conciertos en ambulancias o en coches de policía”, dijo Summers a la revista virtual Mujer Hoy de España.

El título de su segundo material discográfico es más ingenioso La cagaste Burt Lancaster. Posteriormente, un año después del lanzamiento, se estrena su película Sufre mamón, que fue dirigida por el humorista y padre de David, Manolo Summers.

En 1988 editan el álbum Agítese antes de usarse y el segundo largometraje Suéltate el pelo. En 1993, con la producción Ésta es tu vida, el estilo musical de la agrupación se vuelve más moderado, en temas como “Te dejé marchar”, de Summers y Daniel Mezquita.

“En Perú o en México, venían 10 mil personas a recibirnos, asaltaban las pistas de aterrizaje para cogernos bajando del avión y nosotros flipábamos. No nos veíamos ni tan guapos ni tan buenos músicos (risas)”, agregó el cantante para el portal español.

En 1992, se despidieron con el álbum Historia del bikini, y no volverían a aparecer hasta 2003, con los compilados Voy a pasármela bien y una apabullante marea de fans en redes sociales.

En ese tiempo, David y Rafa siguen en la música, Daniel Mezquita trabaja en la misma disquera que es dueña de su catálogo (Dro) y Javi Molina monta un bar.

Como no queriendo la cosa, regresan con la producción Peligrosamente juntos, que incluía temas clásicos y títulos nuevos como “Lo Noto” y “No te escaparás”.

Un año más tarde editan Todo esto es muy extraño y, posteriormente, su décima producción 10 sale a las tiendas en 2007, con temas como “Me siento bien”. Presumen un sonido más maduro.

En 2010 sale Desayuno continental, álbum con el cual celebran 25 años de una trayectoria, una historia que ni ellos son capaces de comprender. Los demás en Hombres G, es leyenda.