Tras el grito, la fiesta y la celebración, llegan el dolor de cabeza, las náuseas y demás malestares que acompañan a la conocida cruda, por ello, los especialistas que conocen el funcionamiento del cuerpo brindan los mejores consejos para librar este momento, lo mejor posible.
La licenciada y maestra en nutrición y dietética, Paola Rodríguez Paiva detalla que la resaca —término correcto— es el conjunto de síntomas y alteraciones que son producidas en el cuerpo cuando se presenta una intoxicación por el consumo de alcohol.
“Sucede porque el alcohol es metabolizado y procesado por el cuerpo como una toxina y el órgano encargado de hacer el proceso de desintoxicación es el hígado, pero cuando hay un consumo muy elevado, surge una sobrecarga en el hígado y hay otros órganos que ayudan, pero en una proporción muy menor, por ejemplo, el estómago tiene capacidad enzimática de procesar el alcohol, pero es muy poca su capacidad, al igual que el páncreas y el cerebro”, detalla.
De manera externa, los síntomas de la resaca con los que hay que lidiar son sensación de náusea, dolor de cabeza, dolor muscular, de estómago, elevación de la temperatura y cansancio, sin embargo, por dentro, el hígado sufre una sobre saturación, además de la inflamación de la mucosa digestiva o gastrointestinal, ya que el alcohol activa al sistema inmunológico, es decir, el cuerpo se siente “atacado” y reacciona inflamándose.
Por ello, Rodríguez Paiva recomienda sobre todo, descanso, rehidratación, comidas continuas y la ingesta de jugos, frutas y verduras.
“Otra de las reacciones que provoca el alcohol es que los niveles de azúcar en la sangre bajen y es por eso que las personas se levantan con mucha hambre, pero como el alcohol aún está en el sistema, no van a lograr contrarrestar ese apetito con la primera comida; se debe emplear la estrategia de comer en tiempos repartidos en 4 o 5 comidas para regular el azúcar en la sangre, a lo largo de todo el día, mientras se recuperan”, explica.
Aunque hay que considerar que la cantidad de alcohol que una persona puede ingerir depende de varios factores, como su masa corporal, el tamaño de su hígado y la capacidad enzimática, así como su genética, la Asociación Americana de Dietética tiene una recomendación de consumo límite para el alcohol diario de una bebida para una mujer y dos para el hombre; si es una persona de complexión pequeña o muy delgada sería ½ bebida, y no es acumulativo.
Tomando en cuenta que cada bebida tiene una porción distinta, de acuerdo a su graduación de alcohol, por ejemplo, una porción de cerveza es de una lata, si es whisky —que es más concentrado— la porción es de 30 mililitros y en el caso del tequila, es de un caballito.