Colorear no es una actividad única de los niños, como método de relajación algunos adultos también iluminan, pensando en esos adultos Sandra Castanedo creó Coloreando Querétaro, libro con 30 imágenes del Centro Histórico. El interés que ha despertado, tanto en grandes como en pequeños, tiene a Sandra trabajando en una segunda publicación, ahora de los cinco Pueblos Mágicos de la entidad.

La portada de Coloreando Querétaro es el kiosco del Jardín Zenea, y justo ahí Sandra nos platica que llegó a esta ciudad hace 30 años. Dejó el Distrito Federal para trabajar en la Secretaría de Cultura de Querétaro que existía en aquel tiempo.

Vivía y trabajaba en el Centro Histórico, “caminaba por ahí todos los días y a todas horas, era el único mundo que tenía yo”,  recuerda la diseñadora gráfica. Así fue como conoció la ciudad y así aprendió a quererla.

“Siempre he trabajado alrededor de la cultura y alrededor de la promoción de Querétaro, de ahí surgió la idea del libro y de que últimamente se usa mucho los libros de colorear para adultos,  a mí me llamó la atención eso, porque muchos son tipo mándalas o flores, animales, que los usan como actividad de relajación para adultos. Y dije: Yo quiero hacer un libro así y hay que hacerlo de Querétaro, de lo que es lo nuestro, vamos a amarlo y reafirmar el amor por lo nuestro”, explica a EL UNIVERSAL Querétaro.

Con cámara en mano recorrió plazas, jardines, calles y callejones, retratando esos lugares por los que pasó tantas veces, pero en esa expedición captó cosas que no había notado en tantos años de andar por el Centro Histórico, al menos no con tanto detalle.

“Mi idea fue equilibrar las imágenes, incluir unas calles, unas iglesias, unos portones y los aldabones fue un mundo descubierto, es increíble, hay muchos aldabones en cada calle y la idea  es un poco fijarnos más en los detalles que para nosotros es la cotidianeidad.  Se acostumbra uno a lo bello, se vuelve parte de tu paisaje y ya no lo ves a detalle”.

El libro incluye ilustraciones de la cúpula de San Francisco, el portón de la Casa de La Marquesa,  la torre del templo de Santa Clara, el andador Pasteur y al fondo el templo de la Congregación; Santa Rosa de Viterbo y la fuente del Marqués de la Villa del Villar.

Coloreando Querétaro comenzó siendo exclusivamente para adultos, pero ha llamado la atención de muchos niños.  “Los dibujos tienen detalles muy mínimos donde necesitarían más precisión motriz para iluminar, sin embargo le ha gustado a los niños. El libro es un poco para desarrollar la creatividad pero también para desarrollar el sentido de pertenencia: Estoy iluminando lo mío, mi ciudad. Y es ahí en donde se ha vuelto muy didáctico para los niños”.

A mediados del 2016 salió el primer tiraje, mil ejemplares, todo agotado; en su segunda edición el libro se encuentra a la venta en la Librería Cultural del Centro y a través de la página de Facebook  Coloreando Querétaro.

Sandra ahora trabaja en la investigación y diseño del segundo libro para colorear, dedicado a los Pueblos Mágicos de Querétaro: Tequisquiapan, Bernal, Cadereyta, Jalpan y San Joaquín.

En mayo contempla la publicación de esta nueva obra, mientras tanto sigue promoviendo Coloreando Querétaro, un libro que es para los queretanos de cualquier edad, pero también es para aquellas personas que han decidido hacer de Querétaro su hogar, al igual que Sandra. Y es buen un souvenir para los turistas que visitan la ciudad.

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