Uno de los tipos de cáncer a los cuales no se les presta mucha atención, a pesar de su agresividad, es el de toroides, cuya incidencia entre la población, a nivel mundial, es del 1%, ocupando el quinto lugar. Por lo tanto, es necesario conocer y prestar atención a su sintomatología.

César López, otorrinolaringólogo con especialidad en oncología de cabeza y cuello, dijo que los síntomas de este padecimiento son la presencia de nódulos firmes, que comprimen el cuello y se presentan como un dolor persistente, además de problemas para deglutir o respirar, tos con sangrado. Sin embargo, en algunos pacientes se ha visto la ausencia de los mismos, por lo que el padecimiento es asintomático.

El especialista, primer lugar en el Concurso de Investigación en Salud Doctor Carlos Alcocer Cuarón, de los Servicios de Salud en el Estado de Querétaro, en 2007, explicó que en los últimos años se ha visto un aumento en los casos de este cáncer, ya que en 1997 se tenía un registro de 16 mil casos por año, a nivel mundial, mientras que en 2007, se habían duplicado, alcanzado los 33 mil 500 casos.

Sobre la malignidad de las lesiones en la tiroides, el especialista informó que no existe una opinión generalizada al respecto, pues mientras algunos expertos señalan que a mayor edad, después de los 45 años, suelen ser cancerígenas, otros opinan que en los menores de 20 años también pueden ser graves.

Sobre las causas del cáncer de tiroides, explicó que puede presentarse a cualquier edad, por factores genéticos, exposición por radioterapias, especialmente a temprana edad o por exponerse a radiación en plantas nucleares.

Recordó que tras el accidente en la planta nuclear de Chernobyl de 1986, en la ex Unión Soviética, los casos de cáncer de tiroides entre la población aumentaron exponencialmente entre la población que estuvo expuesta a la radiación.

Los tratamientos contra este padecimiento pueden ir desde quimioterapia hasta extirpación total o parcial de la glándula y de los ganglios linfáticos.

De acuerdo al especialista, no existe un método de prevención, pues sus orígenes pueden ser variados, aunque la carga genética juega un papel importante.

Agregó que las personas a quienes se les extrae la tiroides deben consumir de por vida pastillas de hormona tiroidea, en dosis mayores a las que necesita el cuerpo, para evitar la reaparición del cáncer.

Por último, el médico recomendó que ante la presencia de cualquier síntoma o sospecha se debe acudir con un especialista, quien hará una valoración para, en caso de presentarse el cáncer, proceder de inmediato a su tratamiento y evitar complicaciones mayores.

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