La tecnología modifica la forma en la que consumimos, prueba de ello es la Sharing Economy (economía colaborativa), un nuevo modelo de negocio que implica la adquisición o renta de servicios, información, talento y bienes, a través de plataformas digitales, dejando de lado el concepto de propiedad tradicional. Este sistema generó debates en algunos países, ya que las estructuras establecidas se vieron perjudicadas ante la entrada de servicios que ocupan los avances tecnológicos como medio de vinculación laboral.
Sin embargo, algunos sectores se beneficiaron, entre ellos los relacionados con oficios. Un caso destacado son las mujeres que ya se apoyan en sitios web y aplicaciones para ofrecer sus servicios de limpieza en hogares. En México, existen un par de plataformas que promueven este tipo de profesionalización: Aliada Mx y Zolvers, la primera de origen mexicano y la segunda de Argentina.
Esta nueva forma de encontrar a una empleada doméstica temporal acarreó una serie de ventajas tanto para los usuarios como para las personas dedicadas a brindar el servicio. De acuerdo con el fundador de Aliada, Rodolfo Corcuera, “cuando emprendí el proyecto de Aliada Mx, busqué desarrollar una herramienta que empoderara a señoras que se dedican a mantener limpias las casas, porque se me hacía un abuso que alguien esté trabajando ocho horas por 250 o 300 pesos, es una especie de esclavitud moderna”.
La economía colaborativa busca evitar que estos patrones se mantengan y ocupa la libertad de elección como uno de sus principales valores, ya que vincula a las personas que tienen necesidades específicas con aquellas que están dispuestas a ofrecer sus servicios para satisfacer esas exigencias. “Nosotros generamos demanda y conectamos con las personas que están dispuestas a cubrirla”, dijo Corcuera.