Un corazón real cubierto con mil 270 agujas, cada aguja representando a las mujeres desaparecidas en Querétaro, originaron, en manos de la artista brasileña Cecilia Stelini, un acto poético impactante, abrumador, único.

Stelini viajó desde Brasil sólo para participar en el Festival Internacional de Arte Acción “Mujeres en ruta”, que se realizó en Querétaro, un festival dedicado a las mujeres y al performance, impulsado por Estación Corregidora Plataforma de Arte Acción, con la curaduría de Fausto Gracia.

A través de talleres, performances y proyecciones de vídeo, se exhibió el trabajo de 27 artistas, 17 participaron de manera presencial, mujeres originarias de México, Brasil, Argentina, Colombia y Canadá. Y el trabajo de 10 artistas de República Dominicana, Perú, Venezuela, Chile y Argentina se presentó a través de vídeo.

Los performances presentados en el Jardín Guerrero llamarón la atención de todos los transeúntes.

Disculpe, ¿qué están haciendo?, preguntaban las personas que pasaban mientras las artistas invitadas accionaban. Otros no preguntaban, observaban detenidamente dejándose llevar, y creando en su mente una idea propia de la acción.

Entre las participantes se destacó el trabajo de la artista mexicana Elvira Santamaría Torres, quien a pleno rayo de sol y sólo con un ramo de rosas rojas, se situó en el centro de uno de los círculos que figuran en el Jardín Guerrero.

Elvira alzaba la rosa al cielo, un saludo a los cuatro puntos cardinales, y esa misma flor la pegaba a su pie. Al terminar, con las rosas formó una línea, un camino, el rastro de alguien que dejó impregnada su esencia.

Mientras Santamaría realizaba su acción, en otro espacio del mismo Jardín se encontraba la argentina Inti Pujol con una recipiente lleno de garbanzos para la acción La memoria de la presencia. Y en el otro extremo Cecilia Stelini, con su Corazón de México.

Stelini utiliza constantemente corazones naturales (res o cerdo) y “los trabajó en una representación de los embates de las cuestiones de género, la idea aquí fue ponerle a éste corazón mil 270 agujas, cada una representando una mujer desaparecida en Querétaro, es como si fuera en honor a ellas. Yo iba contando cada aguja y repetía la palabra: Ámanos. Y a cada 100 le decía: Perdónanos”, explicó a EL UNIVERSAL Querétaro.

Especialista en Artes Plásticas y dedicada al performance desde el año 2000, una actividad que ha continuado ejerciendo por la energía que genera, por la instantaneidad, porque es un arte que se puede compartir de manera inmediata con el público.

El trabajo realizado en el Festival Internacional de Arte Acción “Mujeres en ruta” —comentó la artista brasileña—, es muy importante para la ciudad “y también para el país porque es una forma de contestación, de cómo traer, estar presente, hacer presente todo lo que pasa, poner en la luz toda esto que está pasando aquí con las mujeres y que pasa en México y que pasa también en otros países, yo vengo de Brasil, en Brasil también pasa esto, pero me parece que aquí la cuestión de la desaparición es más fuerte, porque simplemente desaparecen y simplemente no hacen nada, para mí esto es muy importante, no solamente por el arte, por la manifestación, sino también por la manifestación política y social que traen las acciones”.

Ivonne Gallegos, originaria de Celaya, Guanajuato, también participó en el Festival. En su acción se le vio recorrer todo el Jardín Guerrero empujando una tina y con uno de sus pies, jalaba una larga trenza de tela.

Es egresada de la facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), y desde 2008 Ivonne tuvo sus primeros acercamientos con el performance, un trabajo artístico que “dentro de las mismas artes está relegado, hay muchos prejuicios acerca del performance, “yo tuve como un acercamiento bastante enriquecedor y a partir de eso me gustó el performance como un arte que genera muchas preguntas y que también es un diálogo personal que genera imágenes muy fuertes, que expone lo público y lo privado, esa delgada línea que hay entre el arte y la vida”.

En la ex prepa Centro de la Universidad Autónoma de Querétaro, se realizó por la noche una acción colectiva titulada “Adiós mujer, adiós para siempre, adiós”, dirigida por Melissa García Aguirre, a la cual invitaron a mujeres de todas las edades y, en total oscuridad, recorrieron el patio barroco sosteniendo una vela en sus manos.

El festival terminó con una mesa de diálogo y reflexión con la presencia de todas las artistas invitadas.

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