Entre música, sabores y olores de platillos mexicanos, miles de queretanos disfrutaron de una magnífica celebración en el jardín de la plaza de toros Provincia Juriquilla; niños, jóvenes y adultos fueron partícipes de la remembranza de nuestra historia a través de divertidos momentos en un festejo que incluyó además una tradicional corrida de toros.
Antes de las 17:00 horas, los asistentes comenzaron a llegar al recinto, quienes emocionados tomaban su lugar en los tendidos para poder presenciar a los matadores Arturo Saldívar e Ignacio Garibay, así como al rejoneador Emiliano Gamero y los grupos de forcados de Juriquilla y Querétaro.
Corrida que arrancó con la presentación del rejoneador Emiliano Gamero, quien vistió colores nazarenos y que colocó con elegancia las tandas de banderillas a “Juanpe” que emocionó de inmediato.
Los forcados de Querétaro y Juriquilla mostraron fuerza y firmeza al lograr la pega en su segundo y tercer intento, respectivamente.
Ignacio Garibay aprovechó la nobleza de “Gritón” para arriesgarse con un pase de rodillas, aunque el resultado de su faena no fue favorecedor al dejar una estocada caída, por lo que hubo silencio para el torero.
El triunfador de la noche fue Arturo Saldívar, quien destacó por generar empatía con los presentes en cada pase al ritmo de la banda de viento. Los aficionados se pusieron de pie al final de su participación pidiendo el reconocimiento del joven; el juez lo premió con una oreja, así como con el arrastre lento del astado en su primera intervención y supo redondear la tarde al cortarle la segunda oreja con su último toro.
Al finalizar el festejo taurino, más de dos mil personas caminaron hacia el espacio de la verbena, en donde alrededor de 45 expositores ofrecieron productos como joyería de Chiapas, Oaxaca y Querétaro, artículos orgánicos originarios de la Sierra Gorda, antojitos mexicanos, tacos y bebidas.
En el marco del 30 aniversario de Provincia Juriquilla, se celebró por primera vez la representación del Grito de Independencia, donde un grupo de actores interpretó el momento histórico para aprovechar el nuevo campanario del recinto.
¡Viva México!, se escuchó en cada rincón del lugar; banderas eran agitadas mientras que el cielo estrellado se iluminaba con los fuegos artificiales.