Diciembre está lleno de tradiciones como las posadas, los villancicos, y espectáculos como El Cascanueces, que además de ser un clásico navideño es un clásico del ballet, y este montaje lleno de magia se presentó en Querétaro con el Ballet de Moscú.
Desde su origen, El Cascanueces se ha reconocido como una historia mágica, y aunque la mayor parte del público que asistió al Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez ya conocen de principio a fin este montaje, igual se emocionan, esa es la magia propia del espectáculo.
En diciembre de 1892 se estrenó El Cascanueces en el Teatro de Mariinskii de San Petersburgo, con la creación coreografía de Marius Petipa y Lev Ivanov y la composición musical de Piotr I. Tchaikovsky. El Cascanueces es el tercero de los ballets de Tchaikovsky.
La historia de esta puesta en escena se basa en la narración escrita por Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, titulada: El Cascanueces y el Rey de los ratones. Y cuenta el sueño mágico de Clara, quien en víspera de Navidad recibe un muñeco Cascanueces, con la forma tradicional de un soldado; sin embargo, su hermano Fritz lo destruye. Triste por lo anterior, se queda dormida y entre sueños vive una gran aventura, en donde no sólo verá convertirse en humano a su muñeco.
El éxito de esta historia, basada en la posibilidad de la magia y la realidad de los sueños, ha logrado que se adapte a producciones televisivas, cinematográficas, teatrales y que su tradición de ballet continúe con gran éxito, incluso también tiene su versión para espectáculos en hielo.
Diciembre es la época en que El Cascanueces no puede faltar en ningún teatro de la ciudad. En los diversos espectáculos se muestran adaptaciones, pero la historia y el espíritu sigue siendo el mismo.
Y la presentación del Ballet de Moscú en Querétaro fue de gran aceptación de los asistentes, quienes aplaudieron la entrega de los jóvenes bailarines, que demostraron su experiencia y maestría en el escenario del Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez.
