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Quien no arriesga, no gana. Este supuesto le viene como anillo al dedo a Andrea Ozambela (Lima, Perú, 1987), quien luego de participar en varios concursos de diseño en su país natal, ganó el certamen Jóvenes Creadores al Mundo, celebrado en abril pasado en el marco de la feria PerúModa.
Gracias a ello, la creadora de 26 años tuvo la oportunidad de presentar su trabajo sobre la pasarela del Concurso Creáre, llevado a cabo en León, Guanajuato, y el cual tiene como objetivo acercar a los diseñadores a las industrias del calzado, textil y marroquinería.
“Fue una experiencia muy gratificante. Por primera vez mostré mi colección en una pasarela internacional. Gracias a esta oportunidad tuve la suerte de conocer a diseñadores de gran talento y, también, a estudiantes con ideas frescas y una enorme pasión por la moda”, señala Ozambela.
De soñar a trabajar
Desde muy pequeña, Andrea María Ozambela Malache desarrolló una afición por el dibujo y la pintura. Más adelante, comenzaron a interesarle las películas de época y ficción, sobre todo, el vestuario utilizado en dichos filmes. Ella soñaba entonces con poder realizar algún día los atuendos de las cintas que solía observar, por lo que a los 12 años de edad decidió que estudiaría diseño de moda.
“Una vez que ingresé al instituto de moda, conocí otras áreas aparte del diseño de vestuario; descubrí que podía crear un estilo propio y que me gustaría ver, algún día, gente caminando por la calle usando mis creaciones”, comparte la joven.
Ozambela sabe que la realización de ese sueño –que hoy se nutre con el deseo de conseguir una inversión y alcanzar una marca sólida– exige trabajo diario y constante. Es por ello que en su país dedica el tiempo a crear piezas exclusivas tanto para mujeres como para hombres.
Su concepto, asegura, “es lograr que las personas que utilicen mis prendas se sientan como estrellas en un escenario: únicas y originales. Busco que la gente lleve piezas que las distinga y haga sentir especial; siempre trato de mezclar mi estilo con la idea de ser una estrella de rock”.
Osadía en blanco y negro
Hanmi Ray es el nombre que recibe la colección presentada por la peruana en la más reciente edición de Creáre. Dicho trabajo fusiona elementos de las culturas peruana y surcoreana. De su país natal, tomó como inspiración la vestimenta de los incas en la fiesta del Inti Raymi, mientras que de la surcoreana, se enfocó en la vestimenta tradicional llamada Hanbok.
Líneas sencillas, una paleta monocromática y la selección contrastante de materiales definen este trabajo, que posee un fuerte poder visual. Las fibras naturales de Perú, como la alpaca y el algodón, conviven en las prendas con gasa, tafeta, shantung natural y cuero sintético.
Como sello distintivo de sus colecciones, la creadora suele utilizar aplicaciones como tachuelas y greviches, empleados para realizar los patrones incaicos. Vestidos con mangas 3/4 o de tipo campana y abrigos con hombreras estructuradas son protagonistas en esta entrega.
Ozambela se aventuró a realizar por primera vez atuendos para hombre, integrados por pantalones de tipo harem, playeras de cuello ojal y chaquetas de cuero sintético, que subrayan su concepto como creadora: vestir a personas con alma de rockstar.
¿Es tuyo ese diseño?
Bien es sabido que consolidar un estilo identificable y que a la vez sea comercial es uno de los retos principales para un diseñador. “Con mis creaciones y con cada pieza que hago, busco ser yo misma, no trato de seguir a nadie por más que lo admire. Al final siempre trato de mostrar quién soy, lo que me gusta y apasiona”, señala al respecto esta peruana, quien se confiesa atraída por las prendas de las marcas Balmain, Dsquared2, Alexander McQueen y Jean Paul Gaultier.
En la conformación de su identidad como diseñadora, Ozambela retoma distintos elementos de su cultura –como es el caso de este trabajo, en el que echó mano de las fibras naturales de Perú– e intenta, mediante procesos creativos comprometidos con la autenticidad, convertirlos en un nuevo concepto, en ideas contemporáneas, para mostrar así su visión como diseñadora de moda, pero sin olvidar sus raíces. Porque, como dicen, hay que revisar el pasado para construir el futuro.