Sórdidos detalles de la adicción a las drogas de Philip Seymour Hoffman han salido a la luz durante la investigación de su muerte, ocurrida hace dos semanas por una sobredosis de heroína.
Robert Vineberg, el hombre señalado como proveedor de drogas de Philip Seymour Hoffman, ha contado a la policía y la prensa que el actor solía visitarlo en su departamento ubicado en Mott Street, en Nueva York. Y una vez ahí, consumían heroína. “Seymour se la inyectaba, yo prefería aspirarla”, dijo Vineberg.
Al parecer, Vineberg, músico de jazz, también era cercano a la cantante Amy Winehouse (fallecida por una sobredosis de alcohol en julio de 2011) y al artista Jean-Michel Basquiat (muerto por una sobredosis de heroína en 1988).
Basquiat fue colaborador y amigo de Andy Warhol y cayó en una profunda depresión por la muerte del artista plástico en 1987.
Después de la muerte de Seymour Hoffman, la policía trató de rastrear el origen de la heroína que consumía, y luego de un cateo fueron detenidas tres personas sospechosas, entre las que se encontraba Vineberg.
Aunque el músico tenía en sus contactos el número del actor, señaló que eran amigos y que él pudo haber salvado a Seymour Hoffman.
“Él era mi amigo. Pude haberlo salvado. Si yo hubiera sabido que estaba en la ciudad le habría dicho ‘hey hagamos un encuentro de Alcohólicos Anónimos’. Si yo hubiera estado con él, esto no habría ocurrido, no bajo mi vigilancia”, declaró.
Según la página TMZ, durante los años 80 Basquiat y Vineberg consumían grandes cantidades de heroína en el departamento del músico, el mismo lugar que Seymour Hoffman frecuentaba semanas antes de morir para conseguir droga.
Vineberg también era amigo cercano de Amy Winehouse, pero en este caso no hay pruebas de que consumieran drogas juntos. Un ex representante de la cantante ha asegurado que Amy nunca se drogó en EU.
EL TRIÁNGULO
Esta semana, el New York Post reveló que además de la batalla contra las adicciones, Hoffman enfrentó un triángulo amoroso en sus últimos meses de vida.
Eso es lo que revelan sus diarios personales. Hoffman daba a entender que una de las razones por las que estaba separado de Mimi O’Donnell, la madre de sus tres hijos, era por otra mujer con la que había empezado a salir recientemente.
El actor y O’Donnell llevaban separados tres meses, pues ella no quería que sus hijos vieran a su padre como adicto. Hoffman escribió que se sentía avergonzado por salir y beber, después de haber estado sobrio durante más de dos décadas. En una de las páginas el actor escribió sobre una chica de 15 años de Texas y en otro fragmento, sobre sus “demonios”.