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Hace dos años, el filme Amour (Michael Haneke) demostró lo triste y dolorosa que puede ser la vejez y más cuando se padece algún tipo de enfermedad degenerativa.

Pero ¿qué pasa cuando en la cúspide de su carrera, una persona, cuyo principal instrumento de trabajo es la mente y el conocimineto, padece del mal de Alzheimer? Para la doctora Alice Howland, protagonista del largometraje Siempre Alice, sufrir está, mal es como si a un pianista le quitaran las manos o a un maratonista lo pies, pues ella, que es lingüista, necesita de su memoria y conocimiento para vivir.

Y es que la cinta que llega las pantallas mexicanas este jueves muestra cómo este mal no sólo afecta a la persona, sino a todo el mundo que la rodea (esposo, amigos e hijos).

Dirigida por Richard Glatzer y Wash Westmoreland, el filme muestra la dificíl situación a la que se enfrenta alguien que comienza a olvidar todo.

Para Julianne Moore, quien ha ganado gran cantidad de premios y se espera obtenga el Oscar por esta actuación, el personaje de Alice sobresale por mostrar las vicisitudes de la enfermedad desde el punto de vista de quien lo padece. “En general, vemos estas historias desde el ojo del cuidador o de un miembro de la familia. Aquí es la experiencia de Alice. Traté de satisfacer a todo el mundo, en todas las etapas de la enfermedad”, dijo la actriz.

Este filme no sólo le dejó un gran conocimiento acerca de este mal sino de la vulnerabilidad de las personas y el inminente envejecimiento al que todo humano se enfrenta.

“No se trata sólo de envejecer, se trata de la mortalidad. En nuestra cultura tenemos ideas como ‘Eres tan viejo como te sientes! Usted puede hacer lo que sea! Los 50 son los nuevos 30!’ Es la idea de que de alguna forma estás siempre joven y la negativa a confrontar la idea que vamos a morir”.

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