Llegó a los últimos nueve meses de administración del área cultural del municipio de Querétaro, luego de dos abruptos cambios de dirección, y una serie de controversias como la propuesta de la venta de casas de cultura, la creación de millonarios centros culturales comunitarios y más recientemente, la falta de pago puntual para algunos de sus trabajadores.
En el breve periodo de la administración de Laura Cors, se hizo también el cambio de Instituto de Cultura a Secretaría de Cultura del Municipio, de este tema y de sus últimas actividades al frente del área, la funcionaria habla en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro y dice que lo más importante es mantener el presupuesto de cultura porque “eso de vivir por amor al arte, no es cierto”.
¿El Festival de Querétaro es el evento con el que cierras tu administración?
—Sí y muy contenta porque creamos una súper cartelera, logramos extender lo más que pudimos el presupuesto y realmente sacarle jugo a la cultura aquí en la ciudad que es mucha y de muy buena calidad, y presentar bastantes espectáculos en 15 sedes con más de 700 artistas. Estamos muy contentos de que nuestro cierre coincida con el Festival de la Ciudad, creo que dejamos una huella importante en este ámbito de la labor que el presidente Marcos Aguilar ha hecho por rescatar las tradiciones locales, y por poner a la cultura como uno de las columnas más importantes de la reestructuración social.
¿Qué vendría luego?
—Ya es la entrega- recepción en septiembre y hemos tenido simulacros, pero en agosto tenemos que armar todas las carpetas, hacemos el recuento y llevaremos a cabo nuestra junta con el consejo de cultura, ese que armó al inicio de la administración el presidente Marcos Aguilar, es nuestra última actividad interna.
Llegas al último año de la administración, pero te diste cuenta de las necesidades dentro del área de cultura, ¿cuáles serían las prioridades que debería atender la próxima administración?
—Las necesidades se las encontraron al llegar a la administración, yo llegué a ver todas las soluciones que habían elaborado, vi las fotos del antes y después de todos los centros, casas de cultura y bibliotecas, cómo se gastaron millones de pesos en equiparlas y darles mantenimiento, la inversión que se hizo de más de 50 millones en los nuevos centros culturales comunitarios, entonces yo creo que el gran reto de la próxima administración es no bajar la marcha, ya se puso una vara alta y tienen que seguir dándole atención a nivel infraestructura porque tenemos muchos espacios muy importantes para las comunidades (…) No es tanto que se atienda una prioridad, creo que las emergencias las sacamos ya, lo importante es darle continuidad, atención y presupuesto, eso de vivir por amor al arte, no es cierto, debemos tener dinero para pagarle dignamente a los artistas, a los maestros y a las agrupaciones, ojalá no lo descuiden y se siga dando esa importancia.
También te tocó vivir este cambio de Instituto a Secretaría, ¿qué tanto benefició? Y una nueva administración también llega con otra ideología, ¿convendría que se mantuviera como secretaría?
—Yo creo que sí, esto implica más recursos, nosotros no lo vimos porque la nombraron secretaría cuando estaban ya asignados los recursos del año, entonces para nosotros fue un cambio en papel, se hizo un organigrama y ahora esta nueva administración va a tener nuevos puestos qué llenar, hay un par de direcciones que se tuvieron que crear y que ahorita están vacías. Creo que sí es importante que sea secretaría porque aparte de que es un reconocimiento a la labor que se ha hecho por la cultura, no solamente por todo el equipo de trabajo que está ahí, porque los funcionarios de alto nivel vamos y venimos, sino por la gente que lleva ahí más de 20 años, 2 o 3 administraciones, que son los obreros de la cultura, es un reconocimiento a su trabajo.
Se atienden más de 60 mil personas al año en talleres, casas de cultura y bibliotecas, es muy importante que esa cifra continúe, que saquemos a los niños de la ociosidad, a los jóvenes de los vicios y los atraigamos a la cultura y eso sólo es con dinero y si no somos secretaría, no nos dan tanto recurso ni tanta independencia; no pueden bajar el presupuesto que estuvimos manejando estos años.
¿Si te piden que te quedes a seguir colaborando con la secretaría, aceptarías?
—Primero veamos qué pasa, no he tenido ningún acercamiento con nadie de los que vienen, como el licenciado Nava ni alguien de su equipo, no me gusta hablar de esas teorías. Dios dirá.
