Una lluvia de tradiciones mexicanas se volvió a vivir como parte del segundo día de las festividades patrias en la Plaza de Toros Provincia Juriquilla donde, previo a la novillada, se reunieron decenas de familias en el Hípico del recinto para disfrutar de la magnífica tarde.
Con antojitos y artesanías, los asistentes empezaron la celebración, en la que no pudo faltar la música, las charlas y un ambiente inmejorable entre los amantes de la fiesta brava, quienes se vieron inundados de los colores verde, blanco y rojo.
Minutos antes de la novillada, el público comenzó a entrar a la plaza de toros, para luego recibir a los participantes de la corrida mixta: Isaac Fonseca, Ricardo de Santiago, Iñaki González, Luis Pimentel y Santiago Zendejas, quienes conformaron el cartel.
El potosino Ricardo de Santiago fue el primero en aparecer en el ruedo, portando una terna en color azul habana, con la que realizó movimientos con gran destreza, dándole paso a Francisco Martínez, quien lidió a “Libertador”, de 395 kilos.
Por su parte, el rejoneador queretano Santiago Zendejas montó a “Tiburón” y a “Aníbal”, mientras dominaba a “Bellotero” de 468 kilos, con una actuación poco aplaudida por el respetable.
Para continuar con el espectáculo, aparecieron los Forcados de Querétaro, quienes luego le dieron paso a Luis Pimentel, que montó a “Curro”, “Mendoza” y “Gallo”, caballos lusitanos, que realizaron elegantes movimientos con los que complacieron al público.
El turno del triunfador de la noche llegó con Isaac Fonseca, matador que desde el inicio mostró porte, seguridad y valentía al recibir a “Guerrero”; desde el primer intento logró vencer al toro, y fue entonces cuando los asistentes agitaron en innumerables ocasiones dos pañuelos, por lo que el jurado accedió a concederle dos orejas.
Para cerrar la noche con broche de oro, se escucharon palmas al ritmo de la música, al mismo tiempo que Iñaki González realizaba algunos pases naturales con la muletilla, para luego ser despedido de la plaza con una ola de aplausos.
Al más puro estilo del folclore mexicano, los asistentes no dudaron en brindar dentro de la plaza con tequila y una serie de bebidas típicas, mismas que acompañaron con frituras y charlas que hacían más colorida la velada.
Tras la corrida, el público —en su mayoría jóvenes— se dispuso a regresar al Hípico para disfrutar de un gran ambiente que perduró por horas, gracias a las decenas de platillos y la música que se escuchó en cada rincón del recinto, celebrando el aniversario número 30 de la plaza de toros y de las Fiestas Patrias.