Las apps ayudaron a los localizadores satelitales, porque antes de que ellas aparecieran, la gente desconocía que a su alcance estaba la posibilidad de encontrar lugares por medio de equipos digitales, aseguró Mauricio Méndez, jefe de Ventas en Navteq.
Agregó que en 1991, los GPS eran utilizados principalmente por las empresas que buscaban ubicar puntos de entrega, optimizar rutas de reparto o balancear sus territorios de venta.
En su opinión, cuando la industria de telefonía celular se integró con la computación a tal grado de que incluyó las funciones básicas de localización dentro de su gama de herramientas, más personas tomaron conciencia del concepto y de las bondades de usar esta tecnología en la vida diaria.
“En mercados en desarrollo como el de México, este efecto de que más gente se entere y haya varios representantes por distintas plataformas ayuda a que el entorno del mercado mapas sea conocido y es mejor para todos”, añadió.
La visión de Ricardo Zamora, gerente de Comunicaciones en Google México, es que las aplicaciones brindan una experiencia que va más allá de la geolocalización.
“Buscamos que no sólo puedas encontrar lugares que te interesen, también que explores otros nuevos que tal vez no habías considerado originalmente. Queremos que sea una herramienta con la que puedas planear tu día a día, que te ayude a decidir qué camino tomar para una nueva experiencia. Para ello, hemos hecho avances como las recomendaciones y los mapas personalizados”, enfatizó Zamora.