Un telón de color rojo, una concha de color oro en el fondo y en medio del escenario una pequeña plataforma circular, son parte de la escenografía del carro de La Cabalgata donde viajará María Félix, interpretada por Erik de Luna.
La presencia de La Doña en La Cabalgata del 23 de diciembre, es para rendirle un homenaje a Rosalío Solano, cinefotógrafo originario de Bernal, en Colón, que fue llamado “brujo” por la actriz, después de ver lo hermosa que lucía en una de las películas que él había fotografiado.
El carro donde el actor cantará temas de boleros, hace alusión a La Bandida, una producción de 1962 dirigida por Roberto Rodríguez, en la que participaron María Félix, interpretando a María Mendoza (La Bandida), la actriz Katy Jurado y Pedro Armendáriz, otro mito del cine mexicano.
Erik de Luna, quien ha representado por 22 años a María Félix, dice que La Doña era un personaje amado por unos y odiado por otros.
“Fue muy criticada por ser ella, porque decían no es una actriz, no interpreta y sí, eso sí es verdad, tú la vez en una película y en otra y es ella, pero la gente la quería ver a ella, no quería ver a una mujer sumisa, no, quería ver a una mujer con esos pantalones bien puestos como los tenía ella y con esa belleza; también fue un mito por las cosas que decía, sus aportaciones, críticas y comentarios, porque siempre era muy mordaz para decir lo que tenía que decir”, comentó.
Para interpretar a la legendaria María Félix, Erik ha estudiado su vida y obra, incluso ha analizado aquellas cintas que en México son poco conocidas.
“Hay una película que se llama Faustina que casi no la pasan porque le doblaron la voz al español de España, es muy curiosa esa película porque ves a la Doña así muy fuerte, pero la voz no le corresponde, porque es una voz muy dulce, melosa, marcando las zetas; también hizo mucho cine en Europa y esas cintas no las pasan mucho en México”.
Levantar la ceja, pulsar los dedos abiertos a la altura de la sien, son los principales ademanes que enmarcaban la personalidad de la actriz, aunque el análisis de Erik revela otras manías que caracterizaban a La Doña.
“Daba un como giro de la mano, giraba la muñeca y abría los dedos como un abanico, también cuando algo le llamaba la atención volteaba rápidamente, eran giros de cabeza con medio cuerpo; tomaba mucho sus joyas como para que la gente se diera cuenta de que las traía puestas; y ella sabía exactamente cuáles eran sus ángulos, normalmente inclinaba la cabeza cuando la fotografiaban para que se le vieran más grandes los ojos y su cabello fue su lujo durante años y movía mucho la melena”, explicó el actor.
En las presentaciones de Erik, el público reconoce esos movimientos que caracterizaban a la actriz y también los imita, “yo me he fijado que cuando estoy de La Doña la gente ve que de repente yo abro los ojos y ellos los abren también y a veces me dan ganas de reírme pero no puedo reírme porque La Doña es un personaje muy serio”.