Sin baterías para la cámara, sin una computadora e impresora, Ricardo Flores puede hacer fotografía en colodión húmedo (técnica fotográfica del siglo XIX), y es capaz de imprimir un retrato en cualquier papel sensible a la luz.

Hace más de 15 años que Jesús Ricardo Flores Márquez dejó el fotoperiodismo para dedicarse al estudio y la conservación de procesos fotográficos antiguos, como la técnica del colodión húmedo que fija la imagen en una placa de vidrio. Además, él fabrica sus propias cámaras con materiales como madera y lentes que él pule y acondiciona.

Empleando dicha técnica fotográfica, retrata los sitios que forman parte de la Ruta de la Plata. En 2012, el retratista habló con EL UNIVERSAL Querétaro sobre el inicio de este proyecto, y en este 2014, sin apoyo ni financiamiento económico de ninguna institución cultural, afirma que continua documentando con imágenes los lugares que conforman dicho recorrido.

Al momento ha retratado los Lagos de Moreno, Ojuelos (Jalisco), Peñuelas (Aguascalientes) Guanajuato (capital), San Miguel de Allende, y el centro de la ciudad de Querétaro, aunque todavía le falta llevar su cámara a San Juan del Río y la hacienda de Chichimequillas.

En total son 60 sitios los que ha documentado, estos lugares forman parte del también llamado “Camino Real Tierra Adentro”, trayecto trazado en la época colonial para el trasporte y comercio de minerales, que en el 2010 fue incluido en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, en la categoría de Itinerario Cultural.

Además de su trabajo en la Ruta de la Plata, Ricardo Flores tiene contemplado iniciar un nuevo proyecto de documentación, ahora en una comunidad menonita de Fresnillo, Zacatecas.

“Voy a trabajar con colodión húmedo porque no tiene tecnología, la luz de seguridad que empleo es una vela, no utilizo pilas ni energía eléctrica, absolutamente nada de energía. Trabajo de día con la luz del sol y las cámaras no utilizan ningún tipo de pilas, entonces sí me van a dejar entrar a su comunidad porque no estoy empleando nada de energía y sí se apega a sus creencias respecto a su región; voy a quedarme como un mes a recuperar todos sus ritos, tradiciones de todo lo que es la vida diaria de la comunidad menonita”, explica Ricardo Flores

Desde la infancia

Su trabajo fotográfico inició desde que Ricardo era un niño, cuando comenzó a retratar la noche de muertos en el lago de Pátzcuaro. “Compraba mi lata de 35 milímetros y tomaba mis fotos, vino lo digital y empecé a tomar lo digital, pues no hago colodión ahí porque es de noche y para trabajarlo se tiene que usar la luz del día”.

Respecto a la cámara digital, el fotógrafo tiene una postura contundente. “A mí lo digital me da risa, yo si no tengo una computadora tengo mi archivo fotográfico, con mi cámara antigua no necesito ningún dispositivo para ver mi imagen y puedo imprimirla sin otro dispositivo más que un papel sensible a la luz. Sí me gusta usar la cámara digital pero no me siento tan a gusto”, confiesa el fotógrafo.

Ricardo Flores impartió en la facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro un taller de colodión húmedo, como parte del séptimo Encuentro Nacional de Estudiantes de Artes Plásticas (ENEAP), en donde explicó que este proceso es caro.

“Sí es muy caro, pero yo hago esto por gusto no por negocio. Es como los que se van a jugar fútbol todos los fines de semana porque tienen que estar jugando fútbol, ¡ah bueno!, pues yo tengo que estar haciendo foto sí no, no estoy en paz”, relata el joven creador.

Entre los planes que llevará a cabo este año, Ricardo tiene contemplada una exposición en la Habana, Cuba, donde presentará 20 fotografías de desnudo hecho en colodión húmedo sobre vidrio trasparente. En dicho país, agrega, es “donde más he expuesto mi trabajo, incluso más que en México”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS